Chiara
Muy pocas veces me sentí de esta manera.
Vulnerable, así estaba yo.
Tenia información que necesitaba y para obtenerla debería hacerle caso.
Pero yo nunca hacía caso a nadie.
—¿Y si no quiero hacer lo que dices? Podría conseguir la localización de todas maneras—me encojo en los hombros.
—No podrás conseguirla, además te lo avisé Chiara, si investigabas más habrían consecuencias... hay un detalle que no sabes de hecho...
—¿Cuál detalle?
—La persona que buscas... está conmigo.
Bien, cálmate.
Mierda, mierda, mierda. De verdad no me esperaba esto.
Dije que te calles, estupida.
No es momento conciencia.
—¿Cómo que esta contigo? ¿Por qué mierda está contigo?— alzo un poco más la voz, estoy enojada, confundida y alterada.
—Si, está en mi poder, si no haces lo que te digo... sufrirá las consecuencias de tus errores.
No, no puedo permitir eso.
—¿Y como se supone que debo creerte?
—Quiero que observes la siguiente imagen que es en vivo y en directo—Dejo de ver aquellos ojos amenazadores y veo esa imagen.
Mi cabeza está formulando muchas hipótesis, ideas y apenas me deja pensar en lo que observo.
Tienen un cuchillo sobre su garganta, el chillido que se oye hace que una lágrima se deslice por mi mejilla de manera lenta.
Mi estómago se aprieta junto con mi corazón y mis uñas se clavan en mis palmas al apretar con fuerza los puños.
Sus manos, brazos y piernas están atadas a la silla con una cuerda, tiene marcas rosas sobre la piel que se nota que son por la fricción contra la misma.
Me tiene en sus manos, esto ya se volvió completamente personal.
Dejo de ver y oír esa desgarradora imagen que hace que mi corazón se acelere y vuelvo a ver aquellos ojos.
Debo obedecer a todo lo que me dice. No me queda otra opción, en realidad.
Solo veía esos ojos, era como una hipnotización verlos. No porque sean bonitos. Tampoco había mucho más para ver en esa inmensidad de oscuridad, sino que con tan solo mirarlos mi mente enviaba todas las imágenes de cualquier miedo que tuve alguna vez.
Miedo es lo que siento.
Podría decir que me mataba con la mirada.
Que buen chiste Chiara.
Era una mirada que podía frenar mi corazón si se lo proponía.
Sus planes para mi eran totalmente macabros.
Y yo no tenía más opción que obedecer.
Mi perdición se acercaba.
No podría frenar nada desde aquel día que decidí meterme en esto.
Nunca debí hacer aquello, nunca debí aceptar la ayuda de ese extraño.
Mi mundo se desplomaba si le hacían algo, mis actos no deben ser pagados con alguien inocente.
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El engaño de sus ojos
غموض / إثارةChiara es una chica tranquila. Muy inteligente y astuta. Una lectora compulsiva de suspenso, terror y misterio. Hombres por doquier tras ella, lastima para ellos que a Chiara lo que menos le interesa es un hombre. Llamaba la atención en cualquier s...