IV

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⚠️Contiene escenas sexuales explícitas, si no gusta este tipo de contenido, saltear ya que es puro +18⚠️

Chiara

Fue extraño.

No porque me haya besado ni porque Kleg bese mal, sino que a cinco segundos después de que sus labios toquen los míos él se separó.

-Lo siento, lo lamento Chiara yo solo...-no le permití seguir porque acerque su rostro al mío y lo besé.

Yo, Chiara Lostret, besando a alguien por mi cuenta.

Normalmente el beso comienza porque el otro se acerca y se anima a hacerlo y yo no pongo oposición.

Esta vez no fue así.

No tengo idea porque lo hice, tal vez un poco de excitación de por medio o porque los labios de Kleg sobre los míos se sentían bien.

Mierda, se sentían muy bien.

En cuanto nuestras bocas se tocaron fue como una explosión. Kleg besaba muy bien, había que admitirlo.

Mis manos pasaban por los laterales de su cuello, rozando los cabellos cortos de esa zona. Él deslizaba sus manos suavemente por mi cintura hasta poder acercarme a su cuerpo.

Giró sobre su mismo eje conmigo sosteniendome por la cintura hasta estamparme contra la pared. El beso subió
a un nivel más alto que antes. Nuestros cuerpos estaban totalmente juntos, su pecho se rozaba con el mío, sus manos hacían un recorrido por toda mi cintura.

Kleg no era de esos hombres que tocan todo lo que pueden, el se mantenía en la zona respetable sin mandar mano a otros lugares.

En cuanto nuestros labios se separaron para que nuestros pulmones vuelvan a tener aire, noté como sus ojos me miraban con anhelo y deseo.

En verdad yo seguiría esto hasta terminar en su cama, pero tenía hambre. Gracias a esto había olvidado que estuve siendo amenazada y que estoy en el medio de una investigación.

Por primera vez en varios meses pude olvidarme de todo.

Cuando su rostro volvía a acercarse al mío, un ruido extraño saliendo de mi estómago lo hizo separarse -Parece que alguien tiene hambre- dijo divertido.

-Tal vez un poco, ¿con qué me alimentarás?

¿No es obvio lo que tiene para darte de comer?

Silencio conciencia.

-Creo que tengo para hacer una pasta con salsa, ¿te parece bien?- asiento y nos encaminamos a la cocina.

Le ayudo a cortar cebolla para la salsa mientras el se encarga de todo lo demás.

-Chiara, sobre él beso yo... no creo que deba haber sucedido- el cuchillo con el que cortó la cebolla deja de oírse cortar.

-¿Porqué? Es decir... ¿te arrepientes?- mi voz sale triste, aún que es una estupidez.

-No, claro que no, solo que... eres una mujer bellísima, podrías tener a cualquier hombre y lo sabes... Mereces a alguien que te pueda dar todos los orgasmos que quieras.- Abro los ojos como platos al oír eso. Nunca escuché a Kleg decir palabras tan crudas.

-¿Y crees que tu no puedes?- pregunto confusa.

- Yo solo... debo tener autocontrol sobre ti, me atraes muchísimo Chiara, no tienes idea.

Se crea un silencio algo incómodo y yo continúo cortando cebolla.

-Tu también eres atractivo Kleg, si no fuera así no nos habríamos besado- susurro muy bajo pero de manera que el escuche.

El engaño de sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora