The Game of the Nightmares (Little Nightmares)

Epilogo

Años.

Años de estar sentado en esa silla, y crecer de forma excesiva hay que decir, por algo le llaman Thin Man, haciendo su "trabajo". Solo, siempre solo. Ya no podía ser más "Mono" ese niño murió hace mucho tiempo, ahora solo es Thin Man. Solo habla cuando se lo piden o lo requería, su voz parece no funcionar a veces.

Ahora tiene un sombrero, no es su bolsa, no es lo mismo, pero le gusta. Se ocultaba tras esa bolsa por miedo, y se la había dado a esa niña, Six, el nombre se sintió durante un tiempo como algo repugnante en su boca.

Planeo mucho su venganza, la promesa que le hizo quedarse allí sentado, dando órdenes de tortura y asesinato.

Pero al final, no pudo. Tuvo muchas oportunidades para buscarla y decirle "Hola perra, adivina quien sigue con vida" Pero no pudo o no quiso ¿Cuál es la diferencia?

Se sintió mejor al ver que la niña, ahora una mujer; vivir tan sola y desdichada como él, sin nada más que comer, dormir, caminar... existir, sobrevivir.

Un día, en el cumpleaños de la chica, le envió una caja de música como las que había en la arena, le encanto la cara que puso, a veces enviaba a personas para que le tomen fotos y le digan su estatus, en un principio por investigación, luego dejo de hacerlo cuando se dio cuenta de que no quiere matarla.

Después de todo le prometió perdonarla ¿No?, aunque no puede perdonar lo que le hizo, puede perdonarle la vida, así que técnicamente cumplido su promesa.

Six. El nombre ahora ya no le provoca ninguna reacción, no siente enojo u odio, ahora solo crea una sensación de vacío dentro de él, seguramente ella pensó que la caída lo mataría y casi lo logra, pero en cambio termino aquí, atrapado como un monstruo más, sin poder escapar, sin poder morir. Ni siquiera siente algo al enviar a matar a las personas, su mente le dice que está mal, pero no lo siente así, solo está vacío.

Un ligero consuelo, un sentimiento parecido a la felicidad, es saber que ella se pudrirá sola y desdichada en esa casa de vencedores. Y por su propio bien, no quiere saber de ella nunca más.

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Six se levanta con un grito ahogado. Otra pesadilla, las detesta.

Se levanta y baja hasta la cocina, necesita un bocadillo. Desde que The Lady murió o "se fugó" como se dice los rumores, ha vivido en su casa de Vencedora.

La única razón por la que la casa está limpia es porque The Janitor viene a limpiarla, ese hombre que antes la aterraba ha sido muy útil hasta el día de hoy; solo tuvo que pagarle con comida y algo para intercambiar, y con gusto elimino cualquier evidencia del lugar donde murió The Lady.

Ya pronto amanecerá, son las cinco de la mañana, pronto saldrá el sol, el sol... quiere verlo salir.

Termina de comer su bocadillo y va por su impermeable amarillo, que de hecho no es exactamente el mismo, mando a hacer uno más grande con el material del pequeño, ya no le quedaba; mete la mano y como siempre su encendedor esta allí junto con la bolsa de papel, la lleva siempre allí, para recordarse cuanto odia al chico, aun si está muerto.

Se pone unas botas y sale de la casa. Hace mucho que no ve al sol salir, no puede recordar si lo hizo alguna vez, de hecho, es como si ese recuerdo más bien fuese un sueño, no sabe porque quiere ver un amanecer ahora.

Va hacia la montaña, cuando menos se da cuenta esta frente al risco de donde cayo RG. Se sienta, espero apenas unos minutos cuando comienza a ver un amarillo-rojizo brillante salir.

"Es muy bonito" Le recuerda a la luz de su encendedor.

Mete la mano para sacarlo, pero toca la bolsa de papel, la saca y desdobla para verla mejor. Esta sucia, incluso tiene cinta adhesiva en las orillas de donde empezó a romperse, ella puso esa cinta.

Se estremece al ver los agujeros negros ¿Por qué? Tiene miedo, pero ahora no sabe por qué. Mira el sol, la canción de la caja de música que tuvo en la choza del cazador suena en su cabeza, Togetherness.

"La salida del sol le gustaría a Mono, incluso a Seven."

Otra vez esta furiosa, ve la bolsa y piensa tirarla al acantilado, soltarla, dejarla caer. Como a él. Pero no puede hacerlo, entonces llora ¿Por qué llora? No está triste, está enojada ¿Verdad?

"Lo deje caer. Porque era un traidor, vio el monstruo en mí, quería hacerme daño, rompió nuestra amistad porque quería verme sufrir, él también me hubiese soltado si yo hubiese estado colgando"

"No lo haría" Contesta otra voz en su cabeza.

-Lo deje... caer. - decirlo en voz alta después de años hace que se sienta real.

Han pasado años desde los Juegos del Hambre en los que participo, ya es una adulta, pero se siente como una chica, no, como una niña en este momento.

-Lo deje caer. - su respiración le falla, su voz está rota. - Porque pensé que tenía razón; que lo que hice fue lo que él lo haría...y rompí la única promesa que le importaba, prometí no odiarlo y yo- "Lo has odiado todo este tiempo" dice esa voz de su cabeza - ... Lo siento, lo siento...

Aprieta la bolsa de papel contra su pecho, siempre pensó que guardo esa bolsa porque quería un recordatorio de que lo odia, que aquellos en los que confiaba podrían traicionarla, que nunca debería confiar otra vez, ahora entiende que es porque lo extraña, esa siempre fue la verdadera razón, pero ya no puede mentirse.

Lloro bastante, hasta que eventualmente ya no pudo hacerlo y por más que quisiera seguir llorando las lágrimas ya no salían.

Como antes, cuando termino los juegos y vivió un tiempo con The Lady, no sabe qué hacer.

Él no volverá, ninguno de los que perdió volverán.

Desde que podía recordar había priorizado su supervivencia, desde que era una niña sin nadie más en el mundo. Después de los juegos eso termino, pero todo este tiempo vivió como un zombie, sin saber otra forma de vivir, sobrevivía cada día, pero de una manera diferente. Ahora abrazando esa bolsa de papel, se dio cuenta que había sobrevivido a lo peor, nada podía amenazarla ahora y que no tenía nada para continuar, se siente tan sola.

Se sentó viendo el fondo del acantilado, sería tan simple...

No. Viviría, va a vivir, no sobrevivió para desaprovecharlo, viviría por los que no pudieron, por los demás tributos, Verónica, Seven, Mono; tal vez no fuese la mejor vida, tal vez podría hacer algo por los demás para variar, en vez de algo para sí misma, no lo sabe, solo sabe que vivirá.

Se pone la bolsa de papel, huele a viejo, todo es negro y oscuro, pero con la luz del amanecer filtrándose por los agujeros parece casi como una luz al final del camino.

Lo intentará, vivirá.