LOS VERANOS TRISTES DE RODEO HILL

CAPITULO 2 MI MEJOR AMIGA LOLO

Y una vez que he hablado un poco de aquel fantástico lugar en dónde pase los mejores veranos, también debo contarles un poco sobre aquellos personajes que fueron parte importante de esos días y dejaron una huella imborrable en mi corazón...

Lauren Jauregui la hija del capataz, aquella risueña y perspicaz niña de enormes y expresivos ojos verdes que corría como un corderito loco por los jardines del rancho era sin duda una de las alegrías que le daba vida al Rodeo Hill, pues ella era tan bonita y listilla que pronto se ganó el cariño de mis abuelos quiénes llegaban a divertirse por las ocurrencias de aquella pequeña ojiverde.

Según Clara, la madre de Lauren, ella y yo ya habíamos convivido cuando éramos unas bebés, pero la verdad es que no puedo decir que tengo algún recuerdo sobre aquellos dias, pues lo cierto es que el primer recuerdo consiente que tengo sobre nosotras fue aquella vez en donde nos encontramos en el jardin cuando yo tenía 5 años y ella 6, pues fue hasta esa edad en que en una ocasión aproveche que todos estaban ocupados y que no había nadie cuidándome  y pude explorar un poco la casa yo sola, pues casi todo el tiempo  había alguien siguiéndome...

Mis padres y mis abuelos siempre han sido algo sobreprotectores conmigo, tal vez porque soy la única hija y creían que el rancho era un lugar peligroso y por eso siempre tenía que tener a alguien vigilandome cuando ellos no podían por estar ocupados con  algún negocio o  los asuntos del rancho y ese tipo de cosas, lo que en algún momento llego a agobiarme un poco pues yo quería ser como los otros niños a los que veía correr libres por el rancho.

En cuanto a Lauren y regresando a la historia, recuerdo que ese día me sentía tan aburrida en la casa porque mis padres y mis abuelos estaban ahí hablado de cosas de adultos y yo preferí salir a explorar un poco por el jardín, cuando escuché unos pequeños ladridos y ví a un cachorro peludo que se acercó hacia donde yo estaba, lo cual me asustó un poco porque yo nunca habia tenido mascotas ya que mis padres no querían comprarme una.

Pero el cachorro era muy tierno y gracioso y pronto comenzo a jugar conmigo y yo también me estaba divirtiendo hasta que escuche aquella pequeña voz llamando a su perrito.

FLASHBACK

- Ven acá Bandido, no vayas a causar problemas!!

Grito con su pequeña vocesilla llamando mi atención y la del cachorro del cual ahora ya sabía su nombre.

- Lo siento, estaba jugando con el, pero se me escapó y comenzó a correr como loco...no te ha molestado?

Dijo aquella simpática niña que  agarro entre sus brazos al perrito, quien comenzo a dar lengüetazos en su cara porque parecía feliz de ver a su dueña.

- El es lindo y no estaba causando problemas, es tuyo?

- Si,  mi papá lo trajo a casa porque lo encontró abandonado por la vereda hace unos días...

-Los perros son bonitos, pero mis padres jamás me regalarían uno...

-Que pena, tener un perrito es realmente divertido, quieres jugar con nosotros?...

Pregunto con una enorme sonrisa, lo que me contagio para sonreír de igual manera, pues ella y su cachorro parecían muy divertidos y yo en verdad quería jugar con ellos.

-Claro!! Cómo te llamas?

- Soy Lauren, pero puedes llamarme Lolo, y tú eres Camilita no?...la nieta de don Nando...

Me sorprendió que supiera mi nombre, pero no le tome importancia y solo asentí para confirmarle mi identidad.

- Y entonces a qué podemos jugar Lolo?