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Choi Yeonjun era un ángel sin alas que había caído en una oscuridad plena por sus terribles actos.

No era un ángel de la guarda, ni uno de la muerte. Solo un ángel, una de esas almas que estaban atascadas en la oscuridad eterna por no tener un lugar en donde correspondía.

Los malditos pensamientos que atacaban su mente constantemente lo tenían atormentado desde que tenía memoria y permanecían aun estando en ese tunel sin fin.

No fue hacia unos cuatros años atrás donde ocurrieron aquellas atrocidades con el rubio ni hace un par de años cuando todo su trabajo se iba por la borda.

No, fue mucho antes. Incluso antes de que naciera.

💔💔💔

En ese bar que visitaba constantemente y cada fin de semana, con la música rebotando por cada rincón de su cuerpo, era el lugar mas acudido por el muchacho durante seis meses seguidos.

Yeonjun se encontraba recostado sobre la barra de bebidas del bar. Tenía su cabeza apoyada en su brazo izquierdo mientras que con la mano derecha sostenía su vaso de whisky mientras lo movía lentamente de forma circular.

La música le retumbaba en los oídos y sentía todo su cuerpo vibrar. Aún así seguía tranquilo y quieto, como hace dos horas atrás donde solo llegó y pidió para tomar.

En esas dos horas solo tomó un vaso de vino, el cual dejó por la mitad, una cerveza y el whisky, los cuales también quedaron por la mitad.

Miraba a la nada, su mente estaba en blanco y sus ganas de existir se habían ido hace un par de años.

Mientras estaba en un trance depresivo, su amigo -el único amigo- se acercó a él mientras sonreía.

—Volveré luego.— sonrió soltando la mano del más alto que lo acompañaba.— ¡Yeonjun-ah!— gritó el pecoso.

—Shhh... no grites.— se quejó frunciendo el ceño.

—Lo siento...— volvió a reir.— Oye, ven a bailar, estuviste dos horas ahí sentado y no terminaste tus bebidas.— señaló los vasos con el contenido por la mitad.

—Lix...— hizo una leve pausa.— No quiero...— lo miró con ojos suplicantes.

Felix chasqueó la lengua y miró para un costado a toda la gente bailar. Quería ir con su acompañante a la pista de nuevo a bailar pero al ver el estado de Yeonjun dejó al otro chico de lado momentáneamente y se sentó a su lado.

—¿Sigues depresivo?— corrió los mechones de cabello del rostro de Choi mientras le miraba con media sonrisa.

—No... ahogué las penas en el alcohol...— moduló como pudo. Lee rió y negó con su cabeza.

—Jun... ¿Sabes algo?— hizo una pausa mientras esperaba una reacción por parte del mayor.— Pasaste demasiado tiempo solo. Creo que es tiempo que conozcas a alguien.

Yeonjun negaba con su cabeza mientras intentaba levantarla pero la dejó caer de nuevo y negó con su mano izquierda.
Lee dio un largo suspiro tomando de su bebida y luego dio unos sorbos a las bebidas semi llenas de Choi.

—Escucha, se que te da miedo volver a estar con alguien, pero piénsalo, no serás igual con todo el mundo tal como fuiste con él...— dijo suavemente mientras prendía la pantalla del celular de Choi mostrando una cierta foto. Yeonjun levantó sus ojos mirándolo fijo mientras jugueteaba con la etiqueta de una botella.— Tengo un primo que vive aquí. Él está soltero, es un poco menor que nosotros y también le gustan los hombres.— dijo acercándose a él.

Unforgivable~ YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora