Unforgivable~ Yeonjun

6

Las últimas semanas habían sido iguales. Trabajar, visitar a la psicóloga, trabajar aun más, tener reuniones, salir los sábados a tomar algo...

A todo esto se le sumó empezar a salir (amistosamente) con Jake.

Yeonjun no lo impidió. Al inicio si temía de salir con el y enamorarse o sentir una atracción y terminar lastimándolo. Por suerte, solo quedaron como amigos y salían cómodamente mientras se molestaban amistosamente.

Ahora mismo estaban los dos en una pizzería sentados comiendo una pizza doble queso con unas papas fritas mientras carcajeaban.

—¡Te lo juro...!— rió fuertemente.— Felix se quedó colgando del balcón y nuestro tío tuvo que traer a la patrulla de bomberos a rescatarlo.— carcajeó nuevamente. Yeonjun empezó a reirse sin querer mostrar sus dientes con un poco de pizza dentro de su boca.

—Dios mío...— volvió a reir.— Eso si que habrá sido muy gracioso.

—Lo fue...— admitió.— Hasta el día de hoy es una gran anécdota en la familia.— llevó su vaso a la boca y tomó un sorbo.— Mmm...— se limpió con una servilleta.— Ahora cuéntame algo tu. Háblame de tu familia o tus amigos.

Amigos...

¿Esa palabra existía? Yeonjun solo tenía un amigo y era Felix. Solía tener muchos más, pero gracias a su cruel vida, perdió todo.

—Mmm... bueno... hace tiempo no los veo y antes de venir aquí perdí contacto con ellos...— disfrazó un poco la verdad.— Pero  nunca tuvimos alguna anécdota graciosa. Solo con Felix cuando me llevó a mi y a su prima a una fiesta de cumpleaños y tuvo que simular ser el príncipe. Pobre... las niñas se le tiraron encima por sus pecas.

—Eso nunca me lo contó...— murmuró disimulando ofensa. Volvió a reir.— ¿Y cómo eran tus amigos? ¿Por qué te dejaron?

Porque casi mato a alguien y soy un maldito enfermo.

—Exceso de trabajo...— mintió y tomó jugo.— Estaba todo el día trabajando y dedicándome a la oficina que ya ni tiempo tenía de estar con ellos.

Jake asintió crédulo y comió otra porción de pizza.

—Eso debe ser cruel. Uno debe tener sus tiempos con sus amigos y con el trabajo. No es justo que te hayan dado demasiado trabajo...— frunció levemente el ceño. Yeonjun asintió lentamente y volvió a beber.

Luego de esa linda noche de amigos, Choi acercó a Sim a su casa. Vio al menor ingresar y como le saludaba desde la puerta con una bella sonrisa. Al rato, solo empezó a conducir en esa brillante noche fresca.

Soobin

¿Qué será la vida de Soobin? ¿Y Taehyun? ¿Cómo estaría también Jeongin y su novio con su hermanita?

¿Cómo estaría Beomgyu?

Los recuerdos y la nostalgia le llegaron. Se estacionó frente a la bahía de la playa y miró desde su asiento, a lo lejos, el reflejo de la luna en el agua y las hojas de algunos árboles bailar con la leve brisa.

Aquellas épocas donde Soobin le daba alojo a Choi, cuando lo invitaba a los cumpleaños de Taehyun, las veces que convivían como si fueran tres hermanos. Las bonitas salidas y charlas, risas y sesiones de besos y amor con su pareja.
No sabe mucho de Jeongin, mucho menos de Hyunjin, pero si recuerda la amistad que tenía con Beomgyu...

Y como la destrozó al ser un tonto muy grande.

Sus amistades y las amistades de los demás. Todo su círculo social, el cual era extremadamente grande para no creer, se había terminado como si fuera un efecto domino. El era la pieza principal, se cayó y derrumbó a todos los que conocía y convivía.