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Yeonjun despertó en el frío hospital. Las paredes eran blancas, al igual que las sábanas de la camilla. Abrió apenas sus ojos e intentó levantarse, pero algo lo detenía...

Miró sus brazos, estaban atados. Llevó su vista a su pecho, apenas veía la faja que lo mantenía recostado en la cama. Intentó forcejear para librarse, pero no tuvo éxito.

Al ver que se asomaba una enfermera, se mantuvo quieto y tranquilo. Solo se quedó viendo a todos lados en una total tranquilidad sin sospechar.

—Bien, señor Choi. Soy Janice, necesito hacerle un chequeo y luego lo podremos soltar.— le habló con un tono tranquilo.

—Antes que nada, ¿Podría dejarme ir al baño, por favor?— le pidió amablemente.

—Primero déjeme hacerle este pequeño control. Durará menos de dos minutos.

La chica revisó su suero, su pulso cardíaco y el nivel de toxina dentro de el. La intervención médica logró salvarlo luego de todas las pastillas que tomó y su cuerpo estaba volviendo a la normalidad.

Ella al terminar, examinó su forma de andar y su carácter, temía que tuviera una mala reacción como le habían advertido y que le hiciera algo. Soltó a Choi una vez que lo vio tranquilo y dejó que fuera al baño de la sala. Cerró la puerta de la habitación y fue a llevar la ficha con el control.

Yeonjun por otro lado, se arrancó el suero, se colocó sus zapatos, juntó su ropa y abrió la puerta, corroborando que no haya médicos y enfermeros alrededor. Al ver el lugar vacío, se fue con cierta rapidez, intentando no llamar la atención.

Yeonjun había escapado con éxito.

Caminó un poco rápido, mirando a todos lados si se acercaba alguien. Siguió caminando un poco más hasta que llegó a una plaza totalmente alejada del lugar, sentándose en una banca para recuperarse un poco.

De allí, iba a pedir un taxi que lo llevara a su departamento. Se lo pensó unos segundos y negó la dirección, si se encontraba con Felix o su mamá lo volverían a internar. Sacó su celular y le pidió a Jake encontrarse en un café que solía ir en sus tiempos de trabajo. Sim accedió.

Unos cuantos minutos luego, Jake llegó. Yeonjun estaba sentado en frente de una ventana con una gran sonrisa. Sim rió al ver su expresión.

—¿Cómo estás? Te llamé e iba a verte ayer, pero no te encontré.— respondió con un lindo tono de voz, dejando sus cosas en el asiento de al lado.

—Lo lamento, tuve tanto ajetreo en el trabajo que ni tiempo de respirar tenía.— mintió.

—Tu trabajo debe ser muy inhumano. ¿No tienes vacaciones siquiera? ¿Días de descanso o algo?— preguntó. Yeonjun al escuchar esas palabras, sintió que se le prendía el foco. Sonrió ladinamente.

—En un par de semanas tendré mis merececidas vacaciones.— le regaló una sonrisa odiosa.

—Genial. Yo debo rendir un par de exámenes en las últimas semanas y luego tendré un mes de vacaciones. ¿Qué te parecería salir? Podemos visitar a mi tía Betty, es tan amorosa y ama cocinar. Ella vive en Melbourne.— le contestó con entusiasmo. Yeonjun sonrió al ver ese brillo en los ojos de Sim.

—Con mucho gusto. Necesito salir de aquí pronto.— dijo con total relajación.

Estuvieron charlando un buen tiempo. Jake le invitó quedarse esa noche con el en la casa de su abuelo. Debía cuidarlo esa noche y ayudarlo, pero no quería dejar a Choi plantado.

Así mismo, ambos fueron hasta la casa del menor. Jake le dijo que su abuelo no quería visitas entre esos días, por lo que le hizo guardar silencio al momento de entrar. Yeonjun se introdujo a la casa siendo arrastrado por el menor, quien lo escondió en el cuarto.

Unforgivable~ YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora