23. Sustos que dan gusto

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El día siguiente los hermanos Malfoy se levantaron dispuestos a recibir un regaño y posible castigo de parte de su padre, pero al ir bajando las escaleras se detuvieron al ver al mismo hombre que encontraron en el mundial hablando con su padre.

-Lucius se que ya no estás de su parte, necesitamos que sea cual sea la información que tengas nos la digas.
- pidió el hombre casi rogando.

-Le repito, Crouch, yo no tengo recuerdo del chico, estoy tan sorprendido cómo usted. -dijo Lucius serenamente

-Es que ésto es imposible, si es verdad el rumor, hay aún más riesgo, si el muchacho resulta ser quien creemos necesitamos encontrarlo. –dijo el hombre.

-Dudo mucho que sea quien usted insinúa, y si así fuera, recuerde que no es más que un niño aún. –hablo  Lucius tratando de calmar al hombre

-Quien tu sabes también era un niño cuando cometió su primer crimen. –Menciono el aterrorizado.

-Le aseguro puede estar tranquilo, no creo que haya posibilidad de que el vuelva. –aseguro  Lucius.

-En fin, terminemos esté desagradable tema, el motivo de mi visita también es para ver qué tus hijos hayan llegado bien anoche. –finalizo  el señor Crouch más tranquilo al parecer.

-Llegaron en una pieza, en verdad no te imaginas cuánto agradezco por haberlos traído. –hablo Lucius Malfoy.

-No hay nada que agradecer, bueno Lucius es todo, hasta luego. –se despidió

-Hasta luego. contestó Lucius y lo acompaño a la puerta.

Después de ver cómo el hombre se marchaba, ambos hermanos bajaron las escaleras.

-Buenos días padre.– dijeron casi al mismo tiempo.

-Buenos días. – saludó esté fríamente.

-Padre, nosotros...–comenzó a hablar Draco pero al parecer se quedó sin palabras.

-Lo sentimos. –término Adhara.

-Entiendo que se hayan alterado con las cosas que ocurrieron ayer, pero de no haber sido por Bartemius no estarían aquí, la próxima vez que les de una orden. –dijo Lucius esperando a que ellos continuaran

-Obedecemos. –respondieron

-Exacto, espero no me vuelvan a desobedecer, no quiero hablar más del tema, debo ir a trabajar. –dijo Lucius y sin más se fue.

-¿Eso fue todo?.–dijo Draco confundido.

-Supongo que tiene cosas que hacer. –dijo Adhara

-Buenos días niños. –saludó Narcissa al verlos.

-Buenos días mamá. –contestaron sonriendo.

-Vayan al comedor, les pediré a los elfos que sirvan el desayuno. -dijo Narcissa entrando a la cocina.

En cuanto se sentaron, Adhara escucho un aleteo en una de las ventanas y fue a abrir.

-No puede ser ¿Justo ahora que está aquí mi madre?.–cuestiono Adhara viendo a la lechuza blanca que indudablemente era de Harry.

-Oh llegó el correo, gracias por abrir cariño, no conozco esa ave seguro es alguien del ministerio. –hablo d Narcissa, tratando de tomar la carta

-! No !.–dijo Adhara tomándola antes que su madre, quien la veía muy confundida.

-Quiero decir, es que Pansy me dijo que quería una lechuza propia, me lo dijo antes de las vacaciones seguramente es de ella . –expreso Adhara un poco nerviosa

Adhara Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora