37. Afterglow pt. 2

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Solo cómo recomendación, pueden escuchar Heather y afterglow mientras leen.
...

"Te castigue con el silencio, me fui cómo las sirenas...solo llorando"

...

Los días pasaban a la velocidad de la luz, quedaba solo una semana antes del baile de navidad, Adhara pensó el consejo de Sirius tal vez sería mejor hablar con Harry, sí todo se acababa mejor que fuera por las buenas, pero el orgullo se lo impedía, sí le decía que la odiaba seguramente rompería a llorar ahí mismo y no estaba dispuesta a tal humillación.

Sus amigos seguían preguntando que le pasaba, lo único que sabían era que sí la relación con Harry no había terminado tampoco duraría mucho más, ya que ninguno se dirigía ni siquiera la palabra, pero nadie sabía realmente si seguían juntos o no, a decir verdad ni siquiera Adhara lo sabía y siempre que alguien preguntaba ella cambiaba el tema.
La rubia era casi cómo un fantasma, iba al gran comedor para acompañar a sus amigos pero después se desaparecía, algunas veces iba a visitar a Hagrid pero el resto de los días solo se la pasaba leyendo.

El día estaba en extremo frío, cómo era de esperarse en invierno, Adhara amaba ese tipo de clima así que decidió que era momento de comenzar de nuevo, no podía quedarse triste para toda la vida así que cuando sus amigos la invitaron a salir a hacer muñecos de nieve no se negó, ni siquiera le importó que su hermano estuviera ahí.

- Falta una zanahoria. - dijo la rubia mirando su obra

- ¿Tienes hambre?. - preguntó Theo

- No seas tonto, para la nariz.
- respondió Adhara divertida

- Cierto. -el castaño entro al Gran comedor y cuando salió tenía una zanahoria tal y cómo Adhara lo había pedido

- El mío quedó mejor. - alardeo Blaise y era en parte verdad, el muñeco del moreno tenía una bufanda incluso un gorro

- Lo que cuenta es lo de adentro. - dijo Theo

- Theo, todos tienen nieve. - habló un rubio haciendo reír a todos

- Tengo demasiado frío, mejor vamos por un chocolate caliente. - sugirió Pansy, entraron al castillo y solo bastó con mirar a unos niños de primero para que les dieran su lugar en la fila

Después de un rato más hablando con sus amigos Adhara se dirigió a la torre más alta del castillo para buscar una lechuza que pudiera entregar una carta a Sirius, después de atar la carta a la pata del animal se quedó un rato relajándose con el ulular de las aves y cuando decidió que era momento de irse, chocó con alguien, vió esos ojos verdes que la habían echo llorar, los pares de ojos, grises y verdes se encontraron parecían no querer moverse y ninguno de los dos hablaba , hasta que la rubia decidió romper el silencio...

- ¿Me dejas pasar?. - preguntó, pues Harry estaba obstruyendo la salida, eso no era lo que ella quería decir, ella quería disculparse, que todo fuera cómo antes pero las palabras simplemente parecían escapar de sus labios.

Harry se quedó mirándola un poco más de tiempo, lucía orgullosa y con semblante altanero cómo siempre, el esperaba que ella quisiera hablar de lo que había pasado, aunque sabía que eso era casi imposible, pues sí de algo estaba seguro era de que la rubia tenía un orgullo del tamaño de todo Hogwarts, el en cambio estaba dispuesto a pedirle perdón de rodillas si ella así lo quería solo para recuperarla, pero el verla ahí parada mirándolo con esos profundos ojos grises y expresión de fastidio lo íntimido tanto, que pensó que tal vez Adhara no quería saber nada más de él...

- ¿Te vas a quedar ahí parado Potter?. -la rubia interrumpió sus pensamientos

- Ah, si perdón.- hablo el con la voz temblorosa y dejo que Adhara pasará, la vió marcharse como sí nada hubiera pasado, le habló cómo si todos los momentos que vivieron juntos jamás hubieran existido , lo que no sabía era que ella se había ido con el corazón tan acelerado que parecía que iba salirse de su pecho, tampoco sabía que ella había llegado a su habitación a patear y tirar todo a su paso. Adhara había decidido dejar de llorar, lo que hacía ahora cada vez que sentía que se quebraria era dejar que la rabia se apoderará de ella, muchas veces eso terminaba en un caos que debía arreglar pero poco le importaba, eso era mucho mejor que tirarse a llorar...

Adhara Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora