Adhara Malfoy

Epílogo.

Draco había partido primero a Hogwarts, un día antes habían pasado todo el día con sus amigos quienes al recibir la noticia de que Adhara se iría lejos no pudieron evitar soltar algunas lágrimas, llegada la noche los dos hermanos parecían saber que les esperaba un año muy diferente lejos el uno del otro. Terminaron  por dormir los dos en la misma habitación cómo cuando eran niños.

A la mañana siguiente sus padres le dieron oportunidad de ir a despedir a Draco hasta la estación pero ella no soportaría verlo partir junto con sus amigos y no creía poder soportar mantenerse lejos sí es que encontraba a Harry así que decidió que lo mejor era despedirse de su hermano antes de que saliera de casa.

– Adiós hurón. – dijo la rubia despeinando el cabello del otro.

– Adiós enana. – el chico repitió el gesto de su hermana y la rodeo en un abrazo.

– Draco es hora.– llamó su padre.

– ¿Te puedo pedir un favor?. 
–preguntó la chica.

– Claro, dime.

– Dale está carta a Harry por favor, papá no me deja enviar nada a alguien más que no seas tú – dijo la rubia.

El rubio suspiro y lo pensó unos segundos antes de responder.

– Lo haré. – espeto Draco.

– Gracias. – Adhara se acercó a darle un abrazo.

– Buena suerte, escríbeme sí necesitas algo.  – dijo  Draco sin soltarla

– Te amo hurón teñido, te veré en las vacaciones. – se despidió finalmente la rubia.

– Draco es hora. – lo llamó Lucius nuevamente.

– Adiós. – espeto él chico por último antes de partir.
...

– Tomaste la mejor decisión. – la felicitó su padre antes de que partieran.

– Claro, la mejor decisión para ti.
– replicó ella enojada.

– Me lo agradecerás un día.

– Lo dudo en verdad y no creas que lo hice por ti, lo hice para no alejarme de Draco ni de mamá, a mí ya no me importa lo que tú pienses sobre mí. –Adhara miró a su padre desafiante, cómo nunca lo había hecho.

– No te voy a permitir que me hables así, todavía puedo cambiar de opinión  y borrarte ese patético sentimiento .
– dijo Lucius tomando fuertemente su brazo.

– Te voy a extrañar mucho mí niña.
– habló Narcissa irrumpiendo el la habitación.

– Creo que es hora. – habló Lucius.

Después de varias horas de viaje, los tres Malfoy se encontraron al frente de un bosque, al igual que en Hogwarts era imposible la aparición por lo que tuvieron que caminar hasta situarse frente a un castillo.

– Es hora de irnos hija, te vamos a extrañar – dijo Narcissa dulcemente abrazando a Adhara.

– Adiós mamá. – respondió la rubia recibiendo el beso en la frente que le dió su madre.

– Vendremos por ti para navidad, no olvides comportarte. – después de estás palabras Lucius y Narcissa caminaron nuevamente hacia el bosque mientras que Adhara esperaba a que las grandes puertas de abrieran.

– No se compará con Hogwarts.
– susurró la rubia.

Ahí empezaría de cero, tal y cómo había hecho al llegar a Hogwarts la diferencia era que ahora estaba completamente sola y con sentimientos totalmente diferentes a los que sentía al entrar al castillo, no había alegría ni emoción, solo había tristeza y resignación, no le quedaba más que aceptar que estaría verdaderamente en soledad...