Amapola - Sueño

C50 - Todo está claro

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La luz de la mañana entraba en el dormitorio por los resquicios de la cortina. Fuera de la ventana ya había luz, pero la luz estaba bloqueada por la cortina, y la casa estaba a oscuras, muy silenciosa.

En el centro del dormitorio, en la lujosa cama, Cyno sostenía la cintura de Gu Yu, mirando tranquilamente a Gu Yu. La delicada piel blanca de Gu Yu parecía muy suave contra la manta azul claro.

Cyno no pudo evitar querer tocarlo, ya fuera con las manos o con la boca, pero se desanimó al ver el cansancio bajo los ojos de Gu Yu. Menos mal que su compañero había hecho ejercicio, o no habría durado tres días.

Después de otra media hora, las pestañas de Gu Yu se agitaron, como si una mariposa levantara el vuelo, y abrió los ojos.

Aunque la luz de la habitación era oscura, los ojos de Gu Yu eran muy adaptables, pero todo su cuerpo estaba ocupado por una fuerte sensación de letargo, por lo que se sentía perezoso. Parpadeó y su mente se despejó un poco, y en su mente siguieron apareciendo varias escenas: la cama, el tocador, la bañera, las paredes...

Su rostro enrojeció.

Cyno le frotó la cintura y le preguntó al oído: ―¿Estás incómodo en alguna parte? 

Gu Yu cerró los ojos, las pestañas revolotearon, frunció los labios, ―No... estoy un poco cansado.

Pensó que sería doloroso, pero salvo el dolor inicial, cuando no estaba acostumbrado, básicamente sólo había una sensación de placer después. Y cada vez que se dormía, Cyno le daba una medicina, que funcionaba bien y no se sentía mal.

Los dedos de Cyno le acariciaron el costado de su rostro: ―Es mi culpa, no lo controlé.

La cabeza de Gu Yu se inclinó hacia Cyno y abrió los ojos para mirarlo: ―Estabas bien.

Cyno se rió ligeramente y preguntó en voz baja: ―¿Te gustó? 

Gu Yu se mordió los labios, su expresión era tímida, avergonzada, bajó los ojos y murmuró imperceptiblemente. Nunca había sentido ese tipo de placer a flor de piel, y él y Cyno estaban tan cerca que eso hacía que su corazón se acelerara.

Las manos de Cyno en su cintura se tensaron ligeramente. Se acercó a su cara y le besó los labios. Cuando se soltó, Gu Yu respiraba con un poco de dificultad.

Los ojos de Gu Yu se redondearon y su mano salió de la manta y se apoyó suavemente en su hombro: ―Yo... me estoy levantando.

Al extender la mano, la manta se deslizó un poco por su cuerpo, dejando al descubierto la piel del cuello y los hombros, mostrando marcas, y vio cómo la respiración de Cyno se hacía más pesada.

Gu Yu se mordió el labio y retiró la mano, intentando meterla de nuevo bajo la manta. Antes de que hiciera un movimiento, Cyno lo atrapó.

Cyno le besó en la mano: ―No te preocupes, hoy no haré otra cosa, tienes que descansar. ―Dijo mientras se levantaba, levantó a Gu Yu y se dirigió al baño, ―Lávate y dúchate, más tarde bajaremos a comer algo, luego podrás volver a dormir.

Gu Yu asintió, realmente necesitaba descansar. Quedarse en el baño con Cyno cuando estaba despierto hacía que Gu Yu se sintiera avergonzado, ―Puedo hacerlo solo.

Cyno dijo: ―Sé que puedes, quiero ayudarte.

Gu Yu lo miró, su corazón se calentó y no volvió a negarse.

Después de lavarse, Cyno le llevó a Gu Yu un conjunto de ropa informal holgada, Gu Yu negó con la cabeza y eligió un conjunto de camisa y pantalones. Se abrochó la camisa meticulosamente, incluso los puños.