Capitulo 4

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LENA POV

― ¡Bueno, bueno, mira quién decidió aparecer! ―gritó Viper cuando entré en nuestro vestuario en La Casa. Nuestra primera práctica comenzaba en diez minutos y apenas había llegado a tiempo.

Buen comienzo, idiota.

Me quedé donde Kara hasta el último minuto. En realidad, más allá de cuando se suponía que debía marcharme, pero no fue mi culpa. Eliza y Jeremiah llevaron a las chicas para comer donas inesperadamente. Kara y yo no tuvimos mucho tiempo a solas, así que cuando se mordió su labio inferior y me dio esa sexy mirada con esos ojos azules, de repente, nada era más importante que enterrarme dentro de ella una vez más.

―Cállate, Vero. ―La miré fríamente―. Te aseguré que estaría aquí y llegué.

Big Hailz y algunas de las otras chicas estaban poniéndose sus almohadillas y atando sus patines. Me fui por la habitación saludando y enterándome de cómo estuvo el verano de todas.

La esposa de Hailz, había terminado la primera parte de su embarazo y ya no estaba vomitando. Averiguaría el sexo de su bebé en un par de meses y ella se encontraba más que emocionada al respecto. ¿Quién sabía que una madre podría estar así de orgullosa, incluso antes de que naciera el bebé?

Sara, nuestra portera suplente, y su novia rompieron de nuevo. Se comprometió a permanecer soltera por el resto de su vida y le pidió a Viper que la guiara y le mostrara todos los mejores clubes de la ciudad. Viper estaba demasiado feliz con su nuevo proyecto. Dios las ayude.

El hijo de nueve años de Lexa golpeó a otro niño en su partido de hockey de menores y fue suspendido por dos partidos.

El chico necesitó cinco puntos de sutura para cerrar su barbilla, por lo que frente los ojos de Lexa, valió completamente la pena. Esa hija de puta loca pasaba tanto tiempo en el banquillo de suspensiones, que debería hacer que le entregaran el correo allí.

― ¿Qué has estado haciendo, Luthor? ―preguntó Sara y cerró de golpe su taquilla.

―Uh, nada realmente. Pasé gran parte de mi verano en el norte en casa de mi novia.

―Eso es correcto. Escuché que estabas totalmente loca por el coño de una chica.

Sara era joven y tenía una boca grande, así dejé pasar su comentario, pero hacía cualquier otro comentario vulgar sobre Kara y tendría que mostrarle exactamente por qué yo era la capitána del equipo. No me gustaba que la gente hablara de ella como si fuera una de las putas insignificantes de Viper.

―Loca por su coño es un eufemismo ―se burló Viper―. Apenas vi a esta tipa todo el puto verano. Pensé que iba a tener que presentar una denuncia por persona desaparecida.

El vestuario estalló en risas cuando Viper se acercó y me dio una palmada en el hombro antes de estrechar mi mano.

―Sabes que me gusta joderte, hermana. Es bueno verte. ―Se inclinó sospechosamente en un abrazo y dijo en voz baja―: El entrenador te estuvo buscando hace un tiempo. Solo te aviso. Murmuraba y pateaba tachos de basura, quejándose de no tomabas en serio esta temporada.

Suspiré y pasé las manos por mi cabello con frustración mientras Viper regresaba al banco y terminaba de atarse los patines.

Bien podría terminar con esto.

― ¡Adelante! ―gritó el entrenador Collins después que llamé a la puerta de su oficina.

―Hola, entrenador.

Levantó la vista de sus papeles y me miró por un segundo antes de inclinarse hacia atrás en su silla, cruzando las manos detrás de su cabeza.

―Luthor. No estaba muy seguro si te vería el día de hoy.

ROOM FOR MORE(supercorp gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora