Capitulo 29

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KARA POV

― ¿Por qué estoy tan nerviosa? ―preguntó Lena, caminando de un lado a otro en la cocina como una madre expectante.

Reí.

―Porque tienen seis y solo Dios sabe lo que va a salir de sus bocas.

Hoy es el día.

Hoy es el día.

Íbamos a sentar a las chicas y decirles sobre James. Estaba nerviosa, pero emocionada de conseguir quitar el peso de mis hombros y de seguir adelante. No tenía ni idea qué esperar de ellas cuándo se lo dijera. Solo tenían seis años, después de todo.

― ¿Entonces qué vas a decir? ―Se sentó en la isla de la cocina, golpeando nerviosamente su dedo contra la encimera.

―Voy a mantenerlo simple. Todavía son muy pequeñas, tan solo lo básico. ―Me senté frente a ella y tomé su mano, sujetándola―. Cuando crezcan, van a tener más preguntas y podremos entrar en más detalles. Por ahora, menos, es más.

―Sí. Bien. ―Suspiró.

― ¿Estás segura de qué quieres hacer esto esta noche?

Era Halloween y Lena había sugerido que sería una buena noche para que todas nosotras dejáramos el pasado atrás y lleváramos a las niñas a pedir dulces. Llamé a James y se lo propuse. Estaba abrumado con mi oferta y me agradeció mucho.

―Sí. Solo déjame arrancar esa curita. ―Asintió.

―Por cierto. Estoy muriendo por ver los trajes que tienes para ellas ―dije con entusiasmo. Una sonrisa diabólica apareció en los labios de Lena cuándo me levantó una ceja―. Está bien. Esa cara hace que esté más curiosa de lo que ya estaba.

Unas semanas atrás, Lena me preguntó si podría estar a cargo de los disfraces de Halloween. Dijo que tenía un plan y las chicas estaban de acuerdo también, pero que no querían que lo supiese. Como madre, escoger los disfraces de Halloween era muy importante, pero lancé la precaución al viento y la dejé hacerlo esta vez.

―Estoy tan sorprendida de que no te lo hayan contado. Realmente pensé que lo harían.

―Yo también. Contaba con eso, en realidad. ―Rodé mis ojos.

Mi corazón tronó cuándo la puerta se abrió. Mamá y Jeremiah se habían ido a pasear y habían accedido recoger a las niñas de la parada del autobús al regreso. Escuché sus risitas en el vestíbulo y miré a Lena. Sus ojos estaban prácticamente fuera de su cabeza.

― ¡Son ellas! ―susurró.

―Lo sé. Relájate. ―Caminé hacia el otro lado de la isla dónde ella se sentaba y envolví mis brazos alrededor de sus hombros―. Lo haremos bien.

Se acercó y apretó mis manos.

―Arremángate, Danvers.

Nos lo habíamos estado diciendo la una a la otra durante unas semanas hasta ahora, desde que su madre nos lo dijo. Se había convertido en una pequeña cosa que nos decíamos cuándo estábamos nerviosas por hacer algo. Besé un lado de su cabeza y respiré profundamente cuando Alex y Rubí llegaron corriendo a través de la esquina.

― ¡Mamá! ―chilló Alex, saltando a mis brazos.

Rubí dejó su mochila y se sentó en la isla, apoyando su barbilla en su mano.

― ¿Podemos comer algo?

―Sí, en un momento, ¿de acuerdo? ―Puse a Alex abajo en la silla junto a Rubí y me senté en frente de ellas―. Queremos hablar con ustedes un momento.

ROOM FOR MORE(supercorp gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora