ROOM FOR MORE(supercorp gip)

Capitulo 6

LENA POV

Después de otra práctica mediocre, me sentía frustrada y estresada y decidí que tenía que hacerme cargo de algo que había estado perturbando mi concentración.

Me duché en La Casa y manejé directamente hacia la oficina de Sam. Mis palmas empezaron a sudar cuando el elevador se detuvo en el piso cuarenta y dos y se abrieron las puertas. El signo de Kordei Management fijo en mi rostro. No había hablado con Sam desde que apareció en mi apartamento después del accidente de Alex. Todo entre nosotras estuvo bien hasta ese día, no era usual para nosotras pasar tanto tiempo sin siquiera hostigarnos por mensaje de texto. Tampoco podía recordar un momento en toda mi vida en que estuviera nerviosa por hablar con ella.

La secretaria de Sam, Ellie, estaba sentada detrás del escritorio grande de granito.

― ¡Lena! ―cantó alegremente mientras salía del elevador.

―Hey, Ellie. ¿Cómo estás?

―Realmente bien, gracias. ―Sonrió y batió sus falsas pestañas hacia mí. Nunca había visto dientes tan grandes como los de Ellie. Eran como Chiclets blancos en su boca. Miró la pantalla de su computadora y frunció el ceño ligeramente―. ¿La Sra. Arias está esperándote? No tengo nada en el calendario.

―Nah, no tiene idea de que estoy aquí. ¿Está ocupada?

Miró su reloj.

―Está en una reunión con Brice Foster, pero deben estar a punto de terminar. ¿Quieres esperar un minuto?

―Claro. ―Me acerqué y me dejé caer en una de las sillas de cuero negro de gran tamaño.

Antes de que tuviera tiempo de agarrar una revista, la puerta de su oficina se abrió y el más polémico y prometedor jugador de béisbol de la universidad salió.

Me levanté y froté mis manos húmedas en mis vaqueros cuando noté a Brice. Medía un metro ochenta y dos de altura, pero era flaco como el infierno. Alguien tenía que engordar a este chico si iba a hacer una carrera como deportista profesional. Tenía el cabello largo, peinado hacia un lado como ese molesto chico Bieber y una gorra de béisbol apoyada en la parte superior de su cabeza.

¿Quién demonios le enseñó a este chico cómo vestirse?

― ¿Lena Luthor? ―dijo mi nombre con entusiasmo mientras extendía su mano.

Sonreí cortésmente y la agité:

―Gusto en conocerte. Escuché grandes cosas sobre ti.

Sonrió y sus ojos se abrieron como platos.

― ¡Guau! Eso es genial. ¿Puedo sacarme una foto contigo?

―Seguro. Ellie, ¿podrías? ―grité, pero Brice sacudió la cabeza.

Brice le indicó a Ellie que se sentara de nuevo.

―Lo tengo. Vamos a tomarnos un selfie. ―Sostuvo la cámara enfrente de nosotros―. ¿Lista?

―Como nunca lo estaré. ―Suspiré, poniendo mi brazo alrededor de su hombro con una sonrisa brillante.

― ¡Muchas gracias! ―Agarró mi mano y la agitó rápidamente antes de irse apurado.

Miré a Ellie, quién observaba a Brice caminar hacia el elevador. Cuando estuvo fuera de alcance para escuchar, me miró y rodó sus los ojos.

―Chico lindo.

―Si tú lo dices ―reí.

Escuché a Sam en el teléfono, así que giré la perilla silenciosamente y entré. Estaba de espaldas mirando por la ventana con el teléfono en su oreja. Ser la jefa tenía sus ventajas, especialmente cuando se trataba de oficinas. Podría jugar un partido de baloncesto con todo el espacio de allí. La disposición de los asientos a mi derecha parecía más como una sala de estar de lujo que muebles de oficina. Acomodé mi culo en el sofá de cuero color café y apoyé mis pies sobre una mesa mientras ella caminaba de un lado a otro, todavía inconsciente de que estaba allí.