Mientras te admiraba, soñando despierto
al dormir, me sentía lejos.En momentos de enojos,
y durante una risa inesperada
sí, siempre te miraba
porque no quería perderme nada,
no quería cerrar mis ojos.No quería perder un segundo
de el momento en que tus labios buscaban los míos,
y en un abrazo besar tu pelo
calmar mis latidos.No quería perderme nada,
y aún cuando estabas distraída
mis ojos estaban en tus ojos.
Porque sabía que de no hacerlo
al irme te extrañaría,
y no quería extrañarte
aunque volviera al siguiente día.Siempre me he preguntado,
sí en tus recuerdos yo estaré
aunque no haya aprendido a acariciarte, nadie me enseñó a amarte
y te amé, tanto como uno mismo debe amarse.Tal vez si hubiera sido cierto
y me hubiera rendido
te hubiera defraudado a vos,
a mi corazón, y al destino.Seguiste tu camino, y yo el mío
fue extraño al principio, pero aquí estoy. De vez en cuando, recordando lo vivido. Y a veces te cruzo en mi memoria. Siempre le dedico una sonrisa, al Ángel que besó mis heridas.PD: Ya lo ves, nunca me he rendido!
Solo hasta que encontremos la valentía de volver a estar juntos,
debo seguir con mi vida.Te quiero.
Ariel