La chica popular SWANQUEEN

Capítulo 10. Qué rara eres

—¿Qué toca hacer hoy según el programa? —Preguntó Belle, tomando la tostada con mermelada del plato de Emma y robándole una mordida. Los ojos de la rubia no dejaron el kindle que sostenía firmemente en sus manos, mientras leía un libro de suspenso.

—Unas cuantas cosas que a nadie le importan —Emma murmuró sin despegar la vista de su libro digital. La ojiazules frunció el ceño ligeramente mientras veía a Emma mordiendo la tostada.

—¿Por qué estás usando tus anteojos hoy? —Emma miró hacia la chica, arqueando una ceja. 

—¿Para leer?

Ruby no pudo evitar reírse ante el comentario de Emma.

—Lo que ella quiere decir es ¿por qué los estás usando en público? Pensé que habías dicho que no te gustaba hacer eso.

—Y todavía lo es —Emma se encogió de hombros —Pero así es como me gusta empezar mis días y estoy tratando de que me valga dos cacahuates lo que los demás pueden pensar de mi.

Emma estaba a punto de volver a su lectura cuando vio a tres chicas entrar al restaurante. Sus labios cambiaron gradualmente a una sonrisa de medio lado cuando notó la presencia de la morena en medio de las otras dos chicas.

Habían pasado 24 horas desde el último incidente en el ascensor y no habían vuelto a hablar desde entonces. Sin embargo, cada que se cruzaban en el hotel, intercambiaban sonrisas tímidas de complicidad antes de continuar su día.

Regina se dio cuenta de que Emma la veía mientras hacía su aparición en el restaurante. Se mordió el labio inferior -qué bien se le ven esos lentes, pensaba- mientras le sonreía a la rubia de una forma sensual, de una manera que solo aquella mujer podía hacer, antes de regresar la mirada a Tink y Kathryn para entablar una conversación.

—Hum... ¿Qué fue eso? —Inquirió Belle. Emma se volvió hacia las dos chicas que estaban sentadas en su mesa, cuyos ojos estaban ligeramente abiertos mirándola.

—¿Qué?

—No te hagas... ¡La mirada que acabas de compartir con Mills! —Grito exaltada Ruby, quién también lo había visto, dándole un codazo en el brazo. Emma parpadeó varias veces, haciendo todo lo posible por actuar como si no supiera de lo que hablaban.

—¿De qué hablan? Estaba mirando a la mesera sexy de allí —Emma señaló hacia una joven con el mentón, que en efecto estaba cerca de Regina y de sus amigas.
Ruby y Belle miraron hacia donde Emma señalaba y notaron a la mesera de piel oliva y pelirroja, de pie junto a la mesa por donde Regina acababa de pasar.

—¡Oh vaya! Había pensando... bueno aunque pensándolo bien, hubiera sido muy random —Belle pensaba en voz alta, mientras le daba otro mordisco al pan de su amiga y lo regresaba a su plato tranquilamente.

Emma dejó escapar un suspiro para sus adentros mientras agradecía al Señor por su excelente vista periférica antes de reacomodarse la montura de las gafas sobre su nariz y volver a la lectura.

—Entonces, ¿qué nos deparará hoy? Porque no obtuve una respuesta real — Preguntó Belle de nuevo.

—Ya dije —Dijo Emma, ​​dándole un bocado a su tostada, sin dejar de hablar a pesar de que tenía la boca llena —Unas cuantas cosas que a nadie le importan —Belle puso los ojos en blanco. Ruby decidió contestarle al ver a su amiga comenzando a desesperarse.

—Creo que hay cosas como... Voleibol, búsqueda de tesoro... Tennis, más juegos en equipo...

—También hay tiro con arco ubicado detrás del hotel —Emma agregó.