La chica popular SWANQUEEN

Capítulo 12. Dime que pare

Una vez que el ascensor llegó al piso correcto, Emma salió silbando, con las manos en los bolsillos traseros de sus shorts. Cuando cruzó el largo pasillo que la conducía a su habitación, una voz furiosa la llamó de repente.

-¡Swan, para! ¡Tengo que hablar contigo!

La voz en cuestión sonaba muy enojada. Emma se volvió y se sorprendió más al ver a Regina corriendo en su dirección, adoptando un paso amenazador. Un escalofrío recorrió su cuerpo de punta a punta.

-Hey, hey, hey... Gina, cálmate -Bromeó Emma, ​​echándose para atrás, tratando de huir de la morena, levantando las manos en rendición. Regina se paró frente a ella, echando humo.

-No muevas un músculo más, Emma, o lo lamentarás. ¿Qué diablos fue eso de ayer? -Regina siseó, apretando los dientes, sus ojos chispeando. Emma arqueó una ceja.

-Hum...¿Te refieres a cuando te acercaste a mí y me insultaste junto con todos tus perritos falderos a tu alrededor?

-¡No! -Soltó Regina, empujando a Emma con fuerza en el pecho -Te estoy hablando de cuando me amenazaste enfrente de mis amigos con decir lo que pasó entre tu y yo cuando prometiste que NUNCA lo harías -Emma frotó suavemente su pecho, frunciendo el ceño.

-Ok, nueva regla. No me golpees más en mi pecho. Cada vez que te enojas le das como si fuera piñata y estoy segurísima de que estoy empezando a tener moretones -Regina puso los ojos en blanco con molestia.

-¿Puedes hablar en serio por un maldito minuto o es demasiado pedir?

-Seré seria contigo siempre que seas amable conmigo. -Regina se cruzó de brazos y entrecerró los ojos, exasperada por el comportamiento de la rubia.

-Por favor, oh dulce Emma, ​​¿podrías porfitas decirme a qué estabas jugando ayer?

-¿Sabías que el sarcasmo es una forma de violencia agresiva-pasiva?

-Dijo la reina del sarcasmo - soltó Regina bruscamente. Emma chasqueó la lengua, sacudiendo la cabeza.

-Para ser reina, a veces tienes que hacer cosas mucho peores. Deberías saberlo, Alteza Real del closet.

MALDITA, pensó Regina. Sintió como la rabia se apoderaba de ella y, antes de que tuviera la oportunidad de detenerse, agarró a Emma por la parte superior de su top y la empujó violentamente contra la pared. La rubia soltó un quejido por el dolor muscular que empezó a sentir en su espalda.

-Cállate -siseó Regina, su furia aumentando cuando la rubia le sonrió, imperturbable, a pesar de que estaba clavada en la pared.

-Tranquila Gina -le sonrío burlonamente -No te pareces a una "típica lesbiana", así que tu secreto está bien guardado -Regina empujó más fuerte a la rubia contra la pared.

-No tienes ni idea de lo que estás hablando.

-Puede ser... pero sé un poco sobre la etapa de negación -Emma dijo cínicamente, sin apartar los ojos de la morena.

-Estás en un error, ya te lo dije y te lo vuelvo a repetir. Yo no soy como tú -Regina siseó.

-Dijo la chica que inventó el supuesto enamoramiento que tenía yo, por ella. Te has estado riendo de mí desde que teníamos catorce años por los supuestos sentimientos que tengo por la gran Regina Mills. -Dijo Emma sarcásticamente, mientras ponía los ojos en blanco. Hizo una pausa, la miró a los ojos y se echó a reír cuando vio que la morena se quedaba sin habla, con los ojos fúricos y aterrorizados, incapaz de decir nada -Oh, vaya, eso tiene mucho sentido ahora. ¿Estoy en lo correcto entonces? ¿Solo querías que te quisiera?