⚔️ VI: ¿Eras tú? ⚔️

1.1K 130 1
                                    

.
.
.
.
.

Narrador omnisciente:

— ¡Aghh! —protestó el pelinegro agotado y muy enojado por lo que sucedía continuamente con el incansable jinete rescatador— ¡Estoy harto! —empujó a unos de sus hombres que tenían la lanzadora de redes, tomando el mando de la misma.

De entre las nubes grisescas se apareció la familiar silueta de aquel dragón.

Eret aprovecho a disparar la primera red. Fallo.

No tardó tanto en disparar la segunda al volver a visualizarla nuevamente. Volvió a fallar.

Al momento de apretar el gatillo para lanzar la tercera, el insoportable dragón se apareció encima de ellos. Disparo una red más y soprendentemente.... lo logró.

La bestia cayó en el amplio mar sin posibilidad de extender sus alas para volar, mientras que el jinete misterioso descendía por los aires hasta el barco de los cazadores. Aterrizando de una forma medianamente correcta, evitando daños graves.

— ¡Por fin! —festejó— ¡Acabaré contigo de una vez por todas! —exclamó Eret acercándose a la persona que fue abordada por obligación. Portando el cuchillo en su diestra.

El jinete, en defensa, sacó un pequeño palo de madera envuelto en caucho color negro. Al igual que toda su vestimenta bien apegada a su cuerpo; con una máscara del mismo color estilo casco protector, la misma que impedía ver su rostro.

El líder carcajeo burlesco como sus compañeros, quienes se iban acercando de la misma forma.

— ¿Enserio piensas detenerme con eso? —se refirió a el arma poco peligrosa que portaba el enmascarado.

La tripulación calló sus risas al ver como el jinete extendía el arma para hacerla más larga, y de ella salían unos pequeños cuchillos en hilera con uno en especial que se hallaba en la punta, más grande que los demás.

— Valla —mencionó sorprendido, pero aún tenía la seguridad de que iba a ganar esta vez. Pues eran ocho contra uno—. Estás lleno de sorpresas —sonrió sádico, sin detener su paso.

A los pocos segundos, la pelea había comenzado. El jinete misterioso, lograba esquivar todos los golpes que recibía de parte de varios lados, mientras atacaba con su larga cuchilla noqueandolos para que los enemigos vayan disminuyendo.

Cuando tan solo quedaban cuatro personas concientes, el enmascarado y tres tripulantes malvados siguieron la discordia en acción. Pero lamentablemente, el rescatador no consiguió esquivar una fuerte golpe dirigido a su cabeza, el mismo que lo desoriento por un momento. Haciendo que este se encuentre más débil y sea dañado por otros pequeños cortes de cuchillas de parte de Eret.

Ya casi derrotado y con menos fuerza que antes, de un manotazo le hicieron soltar su arma. Quedando completamente indefenso.

— ¡Sostenganlo! —ordenó el joven líder, victorioso.

Los dos hombres que quedaban ilesos obedecieron, sujetandolo por sus brazos, uno cada uno.

— Antes de acabar con tu miserable vida, me gustaría saber a qué nos enfrentabamos todo este tiempo —explicó, dispuesto a quitarle la máscara al misterioso jinete.

El forcejeaba para que el casco que ocultaba su identidad no sea retirado. Por ello, en una de esas la gran capa de caucho negro, que cubría la mayoría de su cuerpo fue tironeada por una pisada accidental de un hombre detrás suyo. Mostrando así, una peculiar e inesperada figura.... femenina.

— ¿Eres una....mujer? —se cuestionó sorprendido el pelinegro, observando las notorias curvas que la identificaba como tal.

La jinete, vestia un conjunto entero del mismo material de goma que toda su vestimenta, apegada a su cuerpo por ser de caucho. Gracias a la gran y abrigada capa, la silueta femenina no se divisaba a simple vista.

Cómo entrenar a tu Corazón || Hiccup y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora