⚔️ VII: Eret, hijo de Eret ⚔️

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Sigue narrando Eret su recuerdo:

Sin darle más vueltas al asunto, la sostuve entre mis brazos para cargarla de la espalda y las piernas, mientras ella dejaba caer su cabeza hacia atrás.

- ¿Qué hará con ella Jefe? -me preguntó un hombre mayor que yo. Pues apenas tenía dieciocho años de edad y mí Padre me había encomendado ser el nuevo líder de la tripulación.

- Esperaré que despierte -le mencioné, subiendo al barco que había empezado a marchar nuevamente-. Luego....veré.

Sin ninguna pregunta más, habíamos llegado al lugar proviniente de nuestra partida. Tan solo nos quedaba a unos metros de distancia.

Mientras mis hombres se encargaban de encerrar al Cortaleña en su jaula, yo llevaba a la joven hasta mí habítacion temporal. Realmente pesaba igual que tres pescados.

Al llegar, la recosté sobre aquel manto de cuero peludo que tenía sobre unas piedras congeladas. Mientras la cubría con otro manto más grueso, de seguro tenía frío por tantos tembleques que daba su cuerpo.

Decidí ir en busca de comida, ya que se veía a leguas que esta chica no había comido en días.

Luego de traer un pescado cocido, la muchacha seguía inconciente. Por tal razón, decidí averiguar más de donde provenía o que és lo que hacía por estos lados.

Revise su bolso en busca de respuestas. Primero encontré otro cuchillo dentro, este con protector. Luego, me encontré con un pedazo de papel, el mismo parecía arrancado de un libro. Lo leí detenidamente.

"El Cortaleña: posee alas tan afiladas, capaces de cortar árboles maduros"

Al parecer era información detallada de su dragón protector.

« ¿Cómo era posible tener a uno de mascota? »

Seguí escarbando, palpando pocas cosas que quedaban dentro. Hasta que algo llamó mí atención, era un pedazo de metal parecido a un dije. Lo saqué del bolso para divisarlo mejor, era la mitad de un corazón sostenido por una pequeña cuerda; como un estilo de collar.

Reí en silencio al concluir el enigma, de seguro tenía a otra persona que portaba la otra mitad de el corazón. Una amistad muy estrecha o algo más que eso...

- ¿Qué haces? -escuché de repente, sobresaltandome.

La joven había despertado y no estaba seguro hace cuánto tiempo, pues me había entretenido con cosas ajenas.

- ¿Quién eres tú y por qué revisas mí bolso? -cuestionó muy desconfiada. Pero sin cambiar su expresión sería.

- Amm.. -estaba nervioso por qué me haya pillado.

Una acción suya me alarmó. La pelinegra sostuvo el cuchillo que había sacado anteriormente de su bolso, descubriendo la punta afilada. A la defensiva.

- Oye, tranquila -intenté calmarla, poniéndome de pié-. Yo soy Eret........ hijo de Eret -me presenté- ¿Y tu?

No esperaba una respuesta amistosa ni nada por el estilo, Pero si que entrara en confianza.

- ¿Qué te importa? -contestó.

Cómo entrenar a tu Corazón || Hiccup y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora