Nina es una chica de intercambio en Corea que conoce a Jin en la universidad sin darse cuenta de que es un idol increíblemente famoso.
Eventualmente ellos comienzan una relación que debe quedar oculta del ojo público para que ambos se eviten proble...
Jin me despertó de madrugada. Estaba profundamente dormida cuando lo escuché: - Nina- Yo estaba recostada de lado y él detrás de mí, susurrándome al oído. - Nina, mi amor, Ninaaaa-. Al no obtener respuesta, insistió: - Nina, ¿estás dormida?-
- Sí-. Respondí en voz baja y él rió.
- Nina, despierta-. Abrí un ojo parcialmente y, al ver que seguía oscuro, volví a cerrarlo. -Nina, tengo un plan-.
- Duérmete, Jin-.
- Ya son las 6, es hora de despertar-.
- Las 6 aún es hora de dormir-. Respondí y subí la cobija hasta cubrir mi cabeza para intentar volver a dormir.
- Es hora de despertar-. Repitió Jin. Me giré hacia él y lo miré con los ojos entrecerrados.
- Jin, nuestro vuelo sale hasta en la noche, no tenemos porqué levantarnos tan temprano-.
- Te lo dije, tengo un plan-. Dijo Jin. Yo suspiré y me enderecé, recargando mi cabeza en mi codo sobre la almohada– Vamos a explorar-.
- ¿Qué?-
- Sí, mira-. Tomó su celular y me lo pasó, la luz me molestaba los ojos, pero alcancé a ver lo que parecía publicidad turística. – Hay pirámides, Nina. Aquí en México, hay pirámides-. Dijo emocionado.
- Ah, sí, ¿no sabías?-
- No, pero suenan muy interesantes, quiero conocerlas, hay que ir ahorita-. Propuso sonriente.
- ¿De verdad?- Pregunté incrédula. – Pensé que te habían prohibido visitar lugares turísticos o concurridos porque no trajimos seguridad-.
- Me sugirieron-. Recalcó la palabra. -que no fuera a esos lugares, pero no me lo prohibieron, no pueden prohibirme nada-. Me reí.
Jin se volvía terco cuando la empresa intentaba imponerle reglas fuera del trabajo, cuando le decian que no hiciera algo, eso se convertía en su motivación para hacerlo.
- ¿Y si te reconocen?-
- Tengo un plan, Nina. Confía en mí, pero tenemos que levantarnos ya-.
La primera en alistarse fui yo, después, me puse a desayunar ahí mismo en el cuarto mientras Jin se alistaba.
- Ya estoy listo-. Dijo después de un rato y, cuando volteé a verlo, escupí el jugo de naranja de la risa que me dio.
- ¿Por qué estás vestido así, Jin?- Dije en medio de mis carcajadas.
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(En la foto: Jin)
- Para que no me reconozcan-. Explicó.
- ¿Crees que así vas a pasar desapercibido?- Pregunté riendo.
