Capítulo 22

79 5 0
                                    

CAPÍTULO 22:

- ¿Qué?- Me enderecé rápidamente. -No. ¿Por qué piensas eso?-

Jin se encogió de hombros. – Sé que hablas con él todo el tiempo. Incluso hablaban cuando tú y yo estábamos separados-. Explicó. No sonaba molesto, pero sí un poco triste. – Y ahora los vi hablando apartados de todos-.

- No, no, no es eso. No estamos saliendo-. Le aseguré. – Solo a veces hablamos-.

- ¿Entonces qué tiene él que ver con que me hayas dejado?- Preguntó. Supe entonces que Jin había oído mi conversación con Jimin e intenté repetirla en mi mente, intentando descubrir qué podría haberse malinterpretado.

- Nada, él no tuvo nada que ver-. Dije. Pero eso no era una explicación y yo no quería seguirlo confundiendo, no era justo para él cuando no estaba haciendo nada más que apoyarme en todo. Suspiré. -De hecho, quiero explicarte eso-.

- No tienes que explicarme nada-. Me interrumpió Jin. – Yoongi me ayudó a entender que, no tiene que haber una razón para terminar con alguien. No siempre hay una causa o un culpable, tal vez tú solo ya no querías estar conmigo y yo tengo que respetarlo-.

- Es que yo sí quería estar contigo-. Dije. -Quiero estar contigo-. Jin volteó a mirarme un momento antes de volver a concentrarse en el camino.

- No digas eso solo porque vamos a tener un bebé, Nina. Voy a hacerme responsable, los voy a cuidar siempre, no importa si estamos juntos o no-. Tomó aire. – En este tiempo también entendí que no tenemos que estar juntos para quererte. Puedo quererte aunque no estés conmigo-. Encogió los hombros. Yo estaba completamente paralizada. – Por eso, si estás con Jimin, lo voy a entender. Me hace sentir un poco raro, pero, juré jamás poner en riesgo mi amistad con ninguno de ellos por una chica. Y tengo que hacerme a la idea de que ya no eres mía, puedes estar con quien tú quieras-.

No supe en qué momento, pero había empezado a llorar. Jin había cambiado tanto en este tiempo, había madurado tanto y todo lo que yo había hecho era romperle el corazón a la persona que más quería en el mundo.

- Jinie-. Dije en voz baja y él volteó a verme una vez más.

- No quería hacerte llorar-.

- De verdad lo siento mucho-. Dije entre sollozos.

- Por favor no llores, Nina-. Replicó él con nerviosismo. Jin no era bueno lidiando con las lágrimas, y yo no era buena conteniéndolas. Puso su mano en mi rodilla mientras seguía manejando. – No quería hacerte llorar-.

- Yo no quería terminar contigo, pero tenía que hacerlo-. Confesé. Y, aunque no quería arruinar la noche, no podía seguir ocultándole esto a Jin, tenía que decirselo todo en ese momento. – Me chantajearon y yo fui tan tonta como para caer en eso-.

- ¿Qué?- Jin me vio de reojo una vez más y volteó a ver alrededor de la avenida, supuse que quería orillarse para que pudiéramos hablar, pero esta vez no había forma de que pudiera salirse del tráfico, tendríamos que hablar mientras él manejaba. Y, de cierta manera, yo prefería que fuera así, porque no quería ver la mirada de Jin cuando se diera cuenta lo tonta y egoísta que había sido.

Le confesé a Jin completamente todo lo que había pasado. Desde mi relación con Sebastián, hasta la vez que me lo encontré en Orlando y todo el chantaje al que había caído por intentar que él no distribuyera ese video.

Cuando acabé de hablar, Jin se quedó en silencio un rato.

- Supongo que le debo dinero a Jimin-.

- Le prometí que yo le pagaría todo, pero me va a tomar un buen rato juntar todo ese dinero-.

- Podríamos haber usado ese dinero para pagar buenos abogados y ese tipo no te molestaría nunca más-.

- Lo sé, fui muy tonta-.

- Hablaré con los abogados de la empresa-. Dijo. -No puedo permitir que haya alguien chantajeandote, puede poner en riesgo al bebé-.

Yo solo asentí con la cabeza. No sabía qué decir. Ya estábamos llegando a la casa. Bajamos del coche y entramos. Jin caminó directo a su habitación, pero antes de que entrara, lo detuve.

- Jin. ¿Estás bien?-

Él se giró a verme y pude ver que estaba luchando por contener las lágrimas. Me sostuvo la mirada por un buen rato sin decir nada.

- Después de todo, sigues sin confiar en mí-. Dijo finalemente.

- Claro que confío en ti-.

- Necesitabas ayuda y no confiaste en mí lo suficiente como para recurrir a mí-.

- Estaba avergonzada-.

- Confiaste más en Jennie y en Jimin, que en mí-.

- No sabía cómo decírtelo-.

Vi como tensaba la mandíbula y parpadeaba con fuerza en un intento por no llorar. - ¿Me lo habrías contado algún día, si no estuvieras embarazada?-

- No lo sé-. Dije con honestidad.

Jin bajó la mirada y empezó a llorar. Cuando él lloraba, lo hacía con todo el cuerpo, sus hombros se movían y las manos le temblaban. Contuve el impulso de correr a abrazarlo y tomarlo de las manos porque sabía que él estaba molesto conmigo, y estaba en todo su derecho de estarlo.

- Nina, ¿cómo vamos a cuidar de un bebé juntos si no confías en mí?-

- Fue un error-. Susurré.

- No sabes cuánto me dolió tu error-. Dijo y yo sabía lo mucho que le costaba a Jin aceptar que había sufrido por esto. – No paraba de preguntarme qué había hecho mal, me sentí culpable por no haberme dado cuenta antes, no me perdonaba el haberte hecho sentir mal en algún momento-.

- Tú no hiciste nada-.

- Lo sé-. Exclamó. -Ahora lo sé, pero duré semanas con la incertidumbre. Fuiste muy injusta-.

- De verdad lo siento-. Ambos estábamos llorando a mares y yo no sabía qué decir o qué hacer para arreglar esto.

- ¿Qué tengo que hacer para que ganarme tu confianza?- Preguntó y yo lo miré sorprendida.

- Nada, yo ya confío en ti. Al cien porciento-.

Jin me miró a los ojos un buen rato–. No quiero que nos ocultemos cosas, Nina-.

- Yo tampoco. No volveré a ocultarte nada-. Prometí.

Él lo pensó un momento, luego asintió con la cabeza. -Okay-. Dijo y luego se acercó a mí en un paso y me abrazó con fuerza. Me tomó por sorpresa, pero estar entre sus brazos, sin ningún secreto entre nosotros, se sintió como volver a casa. Por primera vez en mucho tiempo, pude relajarme y me acerqué más a él, recordando la forma en que nuestros cuerpos parecían estar hechos a medida. – Yo jamás te juzgaría por tu pasado, Nina-. Me dijo al oído. – Eso no me importa en absoluto-.

Sus palabras terminaron por derrumbar todos los muros que había creado entre nosotros sin darme cuenta. Estaba preparada para que él me odiara, para que me juzgara, pero debí saber que Jin jamás haría eso, él tenía el corazón más bueno del mundo. Me relajé y empecé a llorar contra su pecho. Él me abrazó con más fuerza. – Te voy a proteger de él y de todos, te lo prometo-. Dijo y se separó de mí. Me miró a los ojos y me acarició el cabello. – Los voy a proteger a los dos-. 

EpiphanyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora