CAPÍTULO 2

154 12 3
                                    

CAPÍTULO 2:

- Jin tomó mi mano y nos sentamos a la orilla del escenario con las piernas colgando y una vista perfecta de los miles de asientos que estarían llenos al día siguiente con miles de fans emocionados.

- ¿Cómo les fue de camino? -Preguntó Jin mientras jugaba con su mano en mi rodilla, divirtiéndose con los hilos del pantalón rasgado.

- Muy bien-. Respondí sonriendo. -La parte más difícil fue librarme del interrogatorio de Lorena-.

- Dile la verdad, que tienes un novio que es idol y vas a verlo a sus ensayos-.

- ¿Te imaginas? Se infartaría-. Dije riendo, Lorena era una auténtica Army y su bias era nadie más y nadie menos que Jin, si se enterara que yo era su novia, tal vez se moriría. -Aunque el verdadero problema es que no sabe guardar un secreto-.

- Sé que no te gusta tener que mentir-. Dijo Jin mirándome a los ojos, su mirada se había suavizado, ya no estaba bromeando. -Y yo odio ser la razón por la que tienes que mentir, pero es la única manera...-

- Lo sé-. Lo interrumpí antes de que continuara, no me gustaba hablar sobre la situación, no me gustaba cuando hablábamos de lo frágil que era nuestra relación, de lo fácil que sería para la empresa obligarnos a que nos separáramos si consideraban que yo era un riesgo para la imagen del grupo. – No te preocupes, en realidad, casi no veo a Lorena, no tengo que darle muchas explicaciones-. Le dije para tranquilizarlo. Jin sonrió levemente, pero me sostuvo la mirada por otro momento, asegurándose de que de verdad estaba bien y luego, cambió de tema, lo cual agradecí.

- Justo ahí-. Dijo, apuntando a una fila de asientos en la parte superior del auditorio. -Ahí vas a estar mañana viéndome, ¿estás emocionada? –

Me reí. -La verdad sí, he visto algunos de sus ensayos, pero no me imagino cómo será verlos en concierto, ya con sus vestuarios, las luces y miles de Army gritando-.

Aún me costaba entender que mi novio era un idol, para mí él era solo... Jin. Porque así lo había conocido, como Jin, uno más de mis compañeros de clase.

Lo cierto es que cuando recién llegué, sabía muy poco sobre la cultura, había aplicado a esa beca para estudiar Corea simplemente porque quería estudiar en el extranjero en cualquier lugar lejos de mi casa y Corea fue lo más lejano que encontré. Así que no era fan ni conocía mucho sobre kpop. Sí había oído de BTS algunas veces y hasta me sabía una de sus canciones, pero jamás había visto una foto de ellos, mucho menos me sabía los nombres de los integrantes. Por eso, cuando conocí a Jin, no sabía que él era idol.

Nos conocimos en la universidad, en una reunión informativa el primer día de clases a la que todos los alumnos debían asistir. Yo era nueva, acababa de huir de mi país y abandonar mis estudios anteriores para empezar de cero al otro lado del mundo.

*SEIS MESES ANTES*

Tenía apenas un par de semanas viviendo en Corea, aún no conocía Seúl y llegué tarde a la clase por que andaba perdida. Yo venía de una ciudad pequeña en México, no estaba acostumbrada a las aglomeraciones ni al tráfico de Seúl y no había tomado en cuenta que me tomaría más de una hora llegar en autobús desde mi casa hasta el campus de la universidad.

Cuando llegué al salón ese primer día, la clase ya había comenzado, así que interrumpí y todos voltearon a verme. Lo primero que pensé fue que todos iban muy bien vestidos a pesar de que eran las 8 am, en cambio, yo traía una sudadera, jeans y los tenis empapados, ya que era un día lluvioso y frío. El profesor me llamó la atención por llegar tarde, yo me disculpé y me senté en la parte trasera para no distraer a nadie. Saqué una libreta de mi mochila y traté de tomar apuntes de lo que decía el profesor, pero me rendí casi inmediatamente, se suponía que las clases eran en inglés, pero el profesor explicaba casi todo en coreano y yo no entendía nada. Así que cerré el cuaderno, frustrada, y escuché a alguien reírse a mi lado. Fue entonces que le presté atención al chico que estaba sentado junto a mí, traía puesta una cachucha y lentes oscuros, lo cual me pareció muy extraño, estábamos en un salón de clases y era un día nublado. Sin embargo, no puedo negar que se veía muy bien. Me le quedé viendo por un momento, hipnotizada por lo guapo que era. Él volvió a reírse y yo me sonrojé, no me había dado cuenta de que lo estaba observando tanto.

EpiphanyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora