CAPÍTULO 4

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Después de aquel primer día en que Jin gritó en el lobby de la empresa, frente a todos, que yo era su novia, lo nuestro se volvió oficial. Él y yo no habíamos definido lo que éramos antes de ese día, así que yo también me sorprendí al oírlo llamarme su novia.

Al principio, fue incómodo tener que pasar por todo el proceso legal y firmar contratos de confidencialidad, pero no dudé ni un segundo en que valía la pena hacerlo, me estaba enamorando de Jin y quería ser parte de su vida, aunque su vida fuera tan distinta a la mía. Además de que el gesto que tuvo Jin de llamarme suya frente a todos me dio seguridad de que lo nuestro era real y que él también estaba dispuesto a jugársela por lo nuestro.

Después de todo eso, en la empresa me aceptaron muy bien. Lo primero que hicieron fue darme una tarjeta de acceso para entrar al edificio cuando quisiera y aún así, Jin, siendo tan extra como siempre, me tomó una fotografía de rostro y pidió que la imprimieran una docena de veces, luego hizo un recorrido por todas las puertas del edificio y entregó una de mis fotos a cada uno de los guardias. -Memoricense su rostro, en cuanto llegue la dejan pasar-. Les indicó. -Si la tratan mal otra vez se la verán conmigo y soy cinta negra en taekwondo-. Les advertió, pero Jin era completamente inofensivo, así que nadie lo tomaba muy en serio.

Empecé a pasar tiempo en la empresa con Jin después de la escuela. Llegaba a hacerle compañía mientras él trabajaba, era la única manera en que podíamos pasar tiempo juntos porque él estaba siempre ocupado, pero a mí no me molestaba, yo con verlo era feliz, y me gustaba verlo crear canciones y ensayar.

Al principio, había estado muy nerviosa de conocer al resto de los miembros del grupo porque, además de compañeros, BTS también eran amigos, practicamente una familia y Jin hablaba de ellos con tanto cariño, que era muy importante para mí que me aceptaran como novia de Jin. Sin embargo, ellos me hicieron sentir bienvenida desde el primer momento, eran siempre muy amables conmigo, se esforzaban por hacerme sentir cómoda, integrarme a sus conversaciones y hacerme reír.

Naturalmente, les agarré mucho cariño a todos, pero me volví especialmente cercana a Jungkook. Ambos éramos de la misma edad, teníamos muchas cosas en común y nos volvimos muy buenos amigos.

Además de ellos, yo tenía muy pocos amigos en Corea. Además de Lorena, mi roomie, no convivía con muchas personas. En la escuela todos eran bastantante serios y, después de todo por lo que había pasado en México, creí que era mejor no llamar mucho la atención y dedicarme solo a estudiar, no podía confiar en muchas personas.

Continué con mis clases de coreano y ahora podía hablarlo lo suficiente para darme a entender, aunque aún batallaba para entenderlo. Muchas veces tenía que pedirle a las personas que me repitieran lo que habían dicho porque me costaba entender cuando hablaban muy rápido. El coreano era un idioma completamente diferente al mío y estaba siendo un verdadero reto para mí comunicarme. Algunas veces tenía que recurrir a únicamente sonreír y asentir aunque no hubiera entendido ni una sola palabra de lo que me habían dicho. Pero Jin siempre me ayudaba, en las primeras semanas desde que empezamos a salir, descubrí que Jin sabía más inglés de lo que aparentaba, lo entendía al 100%, simplemente era tímido a la hora de hablarlo, pero perdió el miedo a hablarlo cuando se vio en la necesidad de usarlo conmigo. Así que entre nosotros hablábamos más que nada en inglés, pero también practicaba mi coreano lo más que podía.

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Yo estaba sentada junto a Jin en uno de los sillones cuando llegó un equipo de camarógrafos llegó al camerino de Jin y Yoongi ya que iban a grabar algunos clips para un behind the scenes.

Mientras los chicos estaban ocupados recibiendo indicaciones, el manager de Jin se acercó a mí:

- Tienes que irte de aquí-. Me dijo un tanto grosero.

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