Mío

V

Niall tenía razón, Harry era bipolar. Caminaba muy enfadado a su casa, sus pies podrían dejar huellas en el pavimento por lo fuerte que pisaba, todo el dolor se había convertido en rabia, en decepción. Louis se creía estúpido, cómo se le había pasado por la cabeza que el rizado sería amable con él, se le veía en las pintas; era un macarra sin responsabilidades que alimentaba su ego haciendo sentir mal a los demás y encima tenía el valor de reclamarlo como suyo cuando no conocía más que su nombre y poco más.

Llegó a casa, abrió la puerta y se encontró a sus hermanas gemelas viendo una película en el salón. Tan parecidas pero tan diferentes eran que incluso Louis algunas veces las confundía cuando las estaba regañando.

—Hola chicas.— saludó Louis mientras se sentaba al lado de las gemelas.

—Hola Lou, ¿cómo te ha ido?— respondió Phoebe, dándole un abrazo a su hermano. Ella era más extrovertida, Daisy siempre había sido la más callada por lo que siguió viendo la película después de un levantamiento de cejas a modo de saludo.

—Oh, bien, bueno en su mayoría—. mintió, no iba a preocupar a sus hermanas.

—Bien, ha llegado una profesora nueva a clase y nos ha mandado ya un trabajo, tenemos que escribir la biografía de un famoso—. le contó Phoebe entusiasmada.

—Déjame adivinar, los vas a hacer de Ariana Grande—. Louis rodó los ojos con una sonrisa.

—¡Claro que sí! Ya me la he pedido para que ninguno se copie.

—Obsesionada.— habló Daisy rodando los ojos 

—Cállate Daisy, tú siempre lo haces de Olivia Rodrigo.— se echó hacia atrás en el sillón con los brazos cruzados.

—Porque es mejor—. contestó la otra con una sonrisa maliciosa.

—¿¡Qué has dicho?! ¡Eres tonta!

Louis se levantó del sillón, las peleas por ver que cantante era mejor de sus hermanas solían durar bastante tiempo y aunque él adorara a las gemelas a veces quería ponerles un tapón en la boca para que dejasen de hablar.

Subió a su habitación y se dispuso a darse una ducha, se quitó la ropa y encendió la caldera para que se calentara el agua, una vez se calentó entró en ella y se demoró más tiempo de lo que debería. 

Salió del baño, se puso unos pantalones de cuadros y una camiseta básica de pijama y se metió en la cama, era muy temprano pero estaba cansado emocionalmente, abrió Spotify y utilizó su playlist 'relax' para escucharla de fondo mientras intentaba dormir.

Eran las dos de la madrugada cuando algo lo despertó, simplemente se giró hacia el otro lado y siguió durmiendo, pero un ruido más fuerte lo hizo asustarse. Se sentó en la cama y miró hacia todos los lados de la habitación, un objeto golpeó su ventana, se levantó y se acercó hasta la ventana, justo cuando estaba al frente otra piedra dio en esta y pegó un respingo. Louis frunció el ceño y abrió la ventana.

—¿Qué coño haces?—. prácticamente lo gritó, pero Harry desde abajo rodó los ojos y le hizo un signo para que se callase.—¿Pero que cojones? ¿Qué pollas haces tirando mierdas a mi ventana imbécil?

—Wow, mal despertar y mal genio.

Louis refregó su rostro, ver al rizado lo había puesto de mal humor—. ¿Qué quieres?

—Nada especial,—se encogió de hombros.—estaba aburrido en mi casa y me he acordado que no me has dado las gracias por defenderte.

—¿Agradecerte a ti?, primero, se defenderme solo, no necesito un perro guardián, y segundo; insultarme no es defenderme.

Harry sonrió, Louis entrecerró los ojos—. ¿Estás enfadado? No te insulté, solo dije que lloraras en tu casa no delante de todo el instituto.

—Me llamaste marica—. lo señaló con el dedo índice.

—Lo eres.

—No de la forma en la que tú lo dijiste—. enfatizó el tú.

—Bueno, perdona mocoso, no sabía que un término podía ofenderle tanto, mis más sinceras disculpas—. hizo una reverencia.

—Idiota—, rodó los ojos.— buenas noches Harry—. cerró la ventana antes de que el otro pudiera contestar. Harry volvió a tirar una piedra, Louis volvió a abrir la ventana.

—¡Deja de tirar piedras, me vas a romper la puta ventana!—. Harry sonreía burlón.

—Baja.

—Claro que no, ¿estás mal de la cabeza?

—Pues subo yo.— desapareció del campo de vista del ojiazul.

—¿Qué? ¿Qué haces? ¿Dónde estás?

Harry estaba colgado de las barandillas de la ventana de su salón, se subió al borde de esta y con un salto se enganchó en el pollete de la ventana de Louis, hizo fuerza en sus brazos y se metió en la habitación del castaño.

—Estas loco, ¿qué haces? lo pregunto en serio.

—Yo te he dicho en serio que subía, eso he hecho.

—Vete, ¿quieres que mi padre te mate o algo?—. lo empujó por el pecho para dirigirlo a la ventana, pero Harry fue más rápido, cogiendo sus muñecas y acorralándolo en la pared, aprisionando sus muñecas a la altura de su cabeza.

—No me voy a ir, no lo voy a hacer porque se que no quieres que lo haga—. acercó su rostro al del castaño, sus narices rozando.

La respiración de Louis se descontroló, odiaba ser tan débil cuando se trataba de Harry. Cogió ambas muñecas con una sola mano y la libre la bajo hasta coger la cadera del ojiazul para acercarlo a su cuerpo.

—No entiendo qué quieres—. susurró Louis, elevando su vista para encontrarse con los párpados casi cerrados del rizado, estaba mirando sus labios.

—No quiero que lo hagas—. Y sin aviso, tomó el labio inferior de Louis entre los suyos.

Soltó sus muñeca para bajar ambas manos a su cintura, Louis rodeó su cuello con los brazos. Las manos de Harry se movían a lo largo de su cintura y su cadera, los dedos del castaño se enredaron en sus rizos y estiró de ellos cuando el ojiverde metió su lengua en la cavidad bucal de Louis, rozándola con la contraria. Sus grandes manos tomaron su trasero, acercándolo hasta su pelvis para frotarse contra él, Louis abrió la boca ahogando sonidos de placer, su cabeza chocó con la pared cuando Harry volvió a impulsarse para generar fricción entre sus miembros.

Con las manos posadas en sus glúteos, levantó a Louis para que enredara las piernas en su cadera y volverlo a empujarlo en la pared. Comenzó un vaivén contra la pelvis contraria, haciéndolo a el mismo gruñir y a Louis gemir bajo. Liberó los labios de Louis y descendió hasta su cuello, empezó a lamer, besar y morder su cuello, incluso lo succionó para dejar marcas en él. El castaño inclinó su cabeza hacia adelante para apoyar su frente en su hombro y lo mordió cuando sintió un apretón animal en su trasero, Harry simuló una embestida haciendo que su espalda colisionara con la pared.

Pero toda la diversión acabó cuando se escuchó la puerta principal ser abierta, era Mark, que acababa de llegar de su trabajo de vigilantes de bar. Se miraron entre ellos y Harry lo dejó en el suelo antes de tragar saliva. Escucharon las pisadas subir las escaleras.

—Tienes, tienes que irte, va a entrar, vete.— dijo Louis susurrando asustado.

—Me voy, me voy—. Se dirigió hasta la ventana y bajó por ella. 

Louis corriendo se metió entre las sábanas y no pasó un minuto cuando su padre abrió la puerta para comprobar que estaba dormido.

No se pudo volver a dormir, el estómago le cosquilleaba.

Wow, potente este cápitulo jsjs.

<3