Mío

VI

Se levantó a las cinco de la mañana, desistió de dormir, sabía que no iba a hacerlo. Su estómago seguía apretado y recordaba con exactitud el tacto de la yema de los dedos de Harry por su piel, y pensar que horas antes de aquello le caía mal por ser un macarra.

Louis siempre fue alguien muy imaginativo, y le gustaban las películas con malotes que iban en moto, lo que nunca se imaginó fue que el mismo se viera en una situación así, por supuesto que caería de cabeza si llegaba un chico guapo a vacilarle.

Se acercó al espejo con pasos lentos, le dolía un poco la espalda del golpe en realidad y juraría que tenía moratones en los glúteos con forma 'manos de Harry', pero lo que vio en el espejo fue peor.

—Mierda, hijo de puta—. se rozó el cuello con los dedos y siseó cuando apretó más de la cuenta y le dolió. Tenía chupetones alrededor de todo el cuello, de tonos rojizos y los que dolían eran morados. No podía salir así a la calle, parecía que habían usado su cuello de saco de boxeo, solo se le ocurrió una opción pero demasiado vergonzosa.

Rebuscó en su armario hasta dar con un pañuelo de tela fino, era color negro y creía que le serviría para tapárselos, aunque se viera ridículo con un fular en septiembre. Resopló y se lo arrancó de un tirón del cuello para ducharse. Después se vistió, y para que no quedase tan mal se puso una camiseta de manga larga y vaqueros largos, se enrolló otra vez el pañuelo en el cuello y gruñó de molestia, se aseguraría de decirle a Harry lo idiota que era por hacerle chupetones.

Bajó las escaleras, cogió un desayuno cualquiera y llamó a sus hermanas, las que eran más mayores. Su padre le había pedido que las acompañara hasta su colegio.

—¡Lottie, Fizzy, nos vamos ya!—. gritó hacia las escaleras y en dos minutos bajaron las dos. Se miraron entre ellas, se rieron.

—¿Qué llevas puesto?— se carcajeó Fizzy

Louis rodó los ojos.—Ni una sola palabra—. alzó la palma de la mano derecha para hacerlas callar y se giró hasta la puerta para salir sin hablar más.

Caminaron los tres juntos hasta sus respectivos institutos, cuando Louis entró al suyo vio todas las miradas puesta sobre él, se cohibió en su lugar, 'Harry idiota'  era lo único que pensaba Louis.

Entró a su clase e incluso escuchó risas, suspiró y se sentó al lado de Niall, quién también se le quedó mirando.

—¿Estamos en septiembre, sabías?

—Cállate Niall, soy una persona que se resfría con facilidad.

—Vale, vale.

El día paso con normalidad, salvó por las risas que escuchaba de fondo, y es que si él hubiera visto a alguien vestido así también se hubiera reído.

Estaba ya en la puerta la puerta del instituto, logró escabullirse lo máximo posible de los demás alumnos y se volvió religioso cuando no se encontró con Jonhas en ningún lado. Caminaba por la acera cuando sintió el sonido del motor de una moto. Giró la cabeza y vio a Harry casi al lado suya con la moto, levantó el pulgar y le hizo un gesto que él interpretó como que se metiera en un callejón. Y eso hizo, se guio por ese minúsculo gesto y el ruido de la moto y acabó en una calle sin salida, donde ya estaba Harry parado sin casco, pero subido en la moto, sonrió cuando lo vio llegar.

—Eres muy obediente—. ronroneó

—Cállate, por tu culpa ahora me estoy vistiendo como un imbécil.

Harry se carcajeó, echando la cabeza hacia atrás—. ¿Y yo que tengo que ver?

Louis bufó y se quitó el pañuelo del cuello. Harry fijó la vista en su cuello y se relamió los labios, bajó de la moto y se acercó a él, agarró su nuca y le acarició el cuello.