El caso de los niños de a lado - Parte 2

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Los chicos se apresuraron a bajar al patio mientras que las chica se quedaron en la ventana de la pelirroja. 

Una vez en el jardín, James hizo una pelota con la hoja de papel y la lanzó al otro lado de la cerca. Remus desplazaba su mirada de él a la cerca, su emoción derivada de su curiosidad a podría notar cualquiera. El chico de lentes también se moría de curiosidad, especialmente por la chica del listón verde. 

Mientras tanto, en la habitación de Issy, las chicas observaron como sus vecinos enmudecieron al ver la hoja de papel caer cerca de ellos. El de en medio observo la cerca con los ojos entrecerrados, como si esperara que les lanzaran más cosas a modo de ataque. La chica, en cambio, miró hacia un punto específico de la casa. Idonny siguió su mirada para encontrarse con una cámara de seguridad que apuntaba hacia el jardín de los Black. 

Vieron que ella dijo algo mientras empezaba a caminar de regreso a la casa. 

Los chicos se quedaron observando la cerca otro rato antes de seguirla. Pero a las chicas no les pasó desapercibido como el mayor tomaba la nota de manera disimulada. 

La pelirroja y la castaña chocaron los cinco a pesar de los rostros de decepción de sus hermanos. 

>>>∆<<<

Sirius era sermoneado... de nuevo. 

Al menos en esta ocasión no se trataba de su. madre. 

Regulus no dejaba de reclamarle en latín lo imprudente que había sido aquella vez por regresarles el balón a los chicos de a lado. El mayor  finge prestarle atención mientras recuerda la bola de papel que yace en el bolsillo de su chaqueta, esperando a que su hermanito termine de hablar para correr a su habitación en busca de un diccionario. 

Los chicos saben que la gente de alrededor no suele hablar latín, Sirius estaba completamente seguro de que la lengua estaba muerta, aunque ellos lo hablaran a modo de lengua materna. 

Cuando Regulus finalmente lo dejó ir, caminó de la manera más casual que pudo hacia su habitación, albergando esperanzas de que lo que fuera que estuviera escrito en ese papel estuviera en francés. Pero luego sacudió la cabeza, como si quisiera sacarse ese pensamiento. 

Nada le aseguraba que ese papel tuviera algo escrito. Quizá los vecinos solamente querían molestar. Además, aunque tuviera texto, es altamente probable que esté en inglés, idioma que Sirius no maneja tan bien como su hermana. 

Cuando finalmente se encierra en su habitación, extiende la hoja de papel para descubrir que, en efecto, hay algo escrito en inglés. 

Parece un párrafo sencillo, o al menos eso piensa Sirius mientras toma un diccionario de su estantería para empezar a traducir. En momentos como este, como le encantaría tener acceso a internet, pero sus padres les bloquean las computadoras después de sus clases. 

Logra terminar de traducir la primera oración cuando suspira frustrado. Esto le va a llevar demasiado tiempo. 

Para despejar la cabeza camina hacia su ventana y abre la cortina. Se sorprende al ver que las cortinas de la ventana de la casa de junto igual están descorridas. Y no solo eso, la ventana igual esta abierta, dejando ver a un grupo de personas en el interior. 

Se acerca más al vidrio y presta atención a sus vecinos. 

Tal y como pensó aquel día que escuchó su voz, se trata de dos chicos aproximadamente de su edad. Uno de ellos, es moreno, con el cabello negro más alborotado que Sirius jamás había visto, y un par de gafas cuadradas sobre el puente de su nariz. El otro chico es más alto y delgado, tiene el cabello de un castaño claro, parecido a la miel, y la piel un tanto tostada. Aunque lo que más le llamó la atención a Sirius fue su rostro lleno de cicatrices. 

Se le quedó viendo un rato al castaño, algo embobado, antes de reparar en las otras dos personas que también estaban en la habitación. Se trataba de dos chicas, una pelirroja de piel pálida y otra de piel tostada y cabello color miel, lo que hizo que Sirius asumiera que era la hermana del chico que encontró algo lindo. Al mirarlas con más atención, comprendió que debían de tener la misma edad que Cali. 

Observó a las personas un rato más. Nunca había visto a personas de su edad en vivo y en directo, además de sus hermanos, claro. Los únicos que entraban a la casa eran tutores, servidumbre y los amigos de sus padres, y si alguno de estos consistía en chicos, ellos nunca lo sabrían. Se supone que el mundo no debe saber de su existencia. 

Esta idea molesta mucho a Sirius, pero para consolarse a sí mismo, se hace pensar que él y sus hermanos son chicos con habilidades especiales, como en la tele o en los libros. Se hace pensar que podrían destruir el mundo si no tienen cuidado... Aunque no tarda en regresar a su deprimente realidad. 

Entonces el chico de las cicatrices voltea a ver hacia la mansión Black, y por un momento, hace contacto visual con Sirius. Este de in mediato se hecha para atrás y cierra las cortinas de golpe.

Se queda en su lugar un buen rato, congelado. 

Luego de un buen rato regresa a su labor con el diccionario, ahora con determinación además de curiosidad. 

>>>∆<<< 

Esa misma noche Sirius se escabulle escaleras abajo. 

Procura hacer el menor ruido posible mientras abre la puerta trasera. 

Una vez en el patio se apresura a llegar a la cerca y, emocionado, arruga su carta con tal de hacer una pelota y lanzarla por encima de la barrera de madera que los separa de la casa de junto. 

Al escuchar el leve murmullo del papel al tocar el suelo, se apresura a regresar a la casa antes de que su madre lo descubra y lo golpee.

Espera que sus vecinos tengan una herramienta de traducción más rápida que un diccionario, ya que su nota fue algo extensa. Realmente intentó escribirla en inglés, pero lo mejor que pudo lograr fue francés. Quizá si ellos le contestaban, podría contarle a su hermana Cali sobre esto, y juntos podrían convencer a Reg, o mejor dicho, Calipso convencería a su hermano, él la adora más que nadie. 

De regreso en su habitación no se preocupa por volverse a dormir. En cambio enciende la luz y toma su traducción al latín de la nota que recibió más temprano ese día.

Hola! Somos los vecinos James y Remo. No los habían visto, y ese día no pudo decir más. Queríamos solo saludar. Háganos saber si leen esto!

A pesar de que el mayor de los Black es consciente de que su traducción es pésima, pudo obtener la idea principal. Ahora sabe que sus vecinos se llaman James y Remo... ¿O debería decir Remus, ya que así venía en la nota? La verdad es que eso le importaba mucho menos que la pregunta sobre el nombre de aquel castaño de cicatrices. ¿Cuál sería cual? 

"No los habían visto" Sirius supone que se refiere a que ellos no los habían visto, cosa que es muy obvia porque muy poca gente de afuera los ha llegado a ver. Y es cierto que aquel día que les regresó la pelota no les dijeron nada. 

Deja la nota a un lado. Se tumba en la cama boca arriba, observando el techo a la espera de día siguiente. 


Entre todos los colore One shotsWhere stories live. Discover now