El caso de los niños de a lado - Parte 6

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Issy está en su habitación con Idonny, al igual que todas las noches desde hace un par de semanas atrás. 

Hablan con los hermanos Black casi todos los días. Usualmente son los cuatro, pero las chicas tienden a hablar con Calipso siempre que la ven sin actividad en su habitación. 

Hoy los cuatro hablaron con Sirius y Regulus. Las chicas esperaron a que sus hermanos se fueran de la habitación, como de costumbre, para seguir con lo que ellas llamaban investigación. 

Aunque también podría traducirse en invasión de privacidad, pero las chicas prefieren no pensar en eso. 

Tras revisar las últimas semanas las cámaras de seguridad de los Black, ambas chicas están seguras de lo siguiente:

Orion Black casi nunca está en casa, y cuando las grabaciones lo muestran, tiende a ser a altas horas de la noche. 

Los tres hermanos tienden a evitar a su madre. 

Walburga Black está demente. 

Han visto a la mujer usar castigos físicos en sus tres hijos ante el más mínimo error. No tiene piedad ni por la edad, genero o por el simple hecho de que sean sus hijos. Hasta ahora, el castigo de Sirius ha sido el peor de todos... o al menos eso creía Issy.

—Mira esto —le llama la castaña. 

Lupin abre la carpeta a la que le ha dedicado las últimas horas y finalmente se la muestra a su amiga. 

La pelirroja de inmediato reconoce la misma sala oscura en la que se encontraba Sirius tras haber sido aparentemente apaleado. Resulta que la habitación si tiene luz. 

Todos los videos se llevan a cabo en esa misma sala. En todos los videos Walburga entra a la habitación, acompañada de alguno de sus hijos, usualmente Sirius, y les da una paliza que le pone a Issy la piel de gallina. Luego los deja ahí por un par de horas o incluso días. El más largo de todos es un castigo de cuatro días y medio, el cual, sorprendentemente, fue para Regulus. 

—Idonny esto es horrible, tenemos que decirle a alguien sobre esto. ¡Esa mujer está loca! 

—Lo sé, también estuve pensando en eso. Quizá... —la chica se muerde el labio antes de continuar, considerando nuevamente la idea— quizá podríamos mostrárselo a Fleamont y que él le diga algo a Orion. El problema es que eso solo va a funcionar si nos llegan a creer, no nos regañan por hackear las cámaras de seguridad, y si a Orion realmente le importan sus hijos. Puede que realmente no sepa que su esposa es una psicópata. 

—Si, hay que decirle a mi papá. No es necesario decirle que nosotras, o bueno, tú hackeaste las cámaras. Podemos decir que encontramos estas infiltraciones en internet y que reconocimos a los Black.

—De acuerdo, pero en ese caso ¿Por qué nos tomaría en serio? 

—No lo sé, solo... esperemos que nos crea. Y si no, habrá que insistir. Si mi padre no le llega a importar es porque no estaría seguro de que esos realmente sean los vecinos, porque no los ha visto. Pero si logramos que se lo muestre a Orion...

—Tendría que reconocer a sus propios hijos ¡Eso es, Issy! —el rostro de Idonny se ilumina con entusiasmo, pero este se esfuma en cuanto se le ocurre otra cosa— ¿Pero y si le da igual? ¿Y si de hecho sabe lo que les hace esa mujer? ¿Y si no convencemos a tu padre para que le muestre los videos? ¿Y si-

—Habrá que investigar. —la corta la pelirroja— No lo pienses tanto, por ahora. Primero hay que juntar toda la evidencia. Lo que me acabas de mostrar nos va a servir bastante. Y quizá... quizá podríamos involucrar a los chicos. 

Entre todos los colore One shotsWhere stories live. Discover now