Historia especial después de The King y My King. Versión Emiliaco.
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-Nuestra pequeña reina. -susurra contra mi oído, haciéndome contener el aliento. -Ella es... Y lo sabes. -cierro los ojos cuando besa l...
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EMILIO
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Espero que Joaquín no se vuelva tan loco con su madre. En un inicio no me pareció tan mala idea dejarlo con ella, puesto que también estaba Bianca, pero luego del mensaje que me mandó hace cinco minutos, donde decía: Ayuda, mamá trata de buscar un departamento cerca; comienzo a pensar que tal vez no fue lo más inteligente. En mi defensa, mi renacuajo no me dio muchas opciones cuando le dije que mañana es mi aniversario con Joaquín, y debido a la llegada tan inesperada de Amira, había tenido que cancelar todo.
Lo único que dijo fue:
—Vamos a comprar algunas cosas, y no puedes decir que no, Cholo de mi corazón.
Y bueno. Aquí estamos. En un supermercado, comprando cientos de cosas que no tengo idea para qué son, deseando que mi rey no me odie demasiado para cuando termine el día. Ren va enfrente de nosotros, mirando todas las cosas, y metiendo como si nada varias cosas al carrito que Óscar va dirigiendo. Yo no puedo creer que estos dos estén casados, y aún no se hayan ido a la bancarrota, pues realmente Renata está a punto de llenar el carrito, y él no parece muy sorprendido al respecto. Sin embargo luego recuerdo que los padres de ambos ganan ridículas cantidades de dinero a la hora, y todo tiene sentido. Sin contar que Ren ha conseguido ya un trabajo de lo que ha estudiado, y Óscar también.
—Discúlpala un poco, por favor —me dice el chico cuando Ren corre a la sección de frituras. Yo lo miro con curiosidad, él sonríe un poco. Tiene una sonrisa amable—. No ha podido verlos desde el año pasado, y su trabajo le ha absorbido todo el tiempo del mundo, es comprensible que quiera ayudarlos, pero ya le había dicho que no tenía que hacer cosas para otras personas sin preguntarles primero. No sé si ustedes querían festejar solos, o no.
Yo sonrío un poco de inmediato. Siento que los lentes oscuros se mueven un poco, así que los acomodo de manera rápida, no es como si ayudaran mucho, pero al menos mucho menos personas me reconocen de esa manera.
—En realidad no me molesta, y créeme que a mi rey tampoco —me hundo en hombros—. Siempre es lindo pasar tiempo con Ren, y contigo, también —óscar sonríe—. Aunque sinceramente no tengo idea de qué es lo que está planeando Renata.
