Las calles están llenas de personas que hacen sus últimas compras del día, y del año. Todo el mundo está rodeado de una luz muy característica de estas fechas. Todo el mundo tiene una luz diferente, de diferente tamaño, y diferente color. Todo el mundo se siente de una manera bastante cálida, y alegre. Salvo algunas personas, que la hacen temblar un poco del frio que le transmiten. Sus ojos llenos de brillo, y vida, están abiertos de par en par, mirando todas aquellas luces con curiosidad, atención, y cuidado. Algunas luces están cruzadas entre sí, creando colores increíbles que la hacen soltar pequeñas risas emocionadas.
—Ay, que linda. —comenta alguna señora que va detrás de ella, y su trasporte. Es una señora de mayor edad, que lleva a su lado un pequeño niño. Niño que la mira de inmediato, y niño que tiene una luz color amarilla brillante. Ella suelta otra pequeña risa, y el niño sonríe. Su transporte, acomoda mejor la carriola, de tal manera que estas personas la pierden de vista.
Ella mantiene su sonrisa intacta, con sus ojos brillando de la misma manera. Una luz color azul brillante llama su atención de inmediato, sobre todo porque al mirar sus pequeñas manitas, puede ver una luz parecida salir de ellas. Mira nuevamente la luz mayor, y la sigue, llegando hasta esa persona que ella ha llamado transporte antes. Lleva puesta una chamarra grande, negra, que cubre casi todo su rostro, salvo por un rizo que sale por un lado. Su piel es morena, y aunque la vibra que transite no es tan feliz que digamos, hay algo en su brillante luz, que la hace sentir tranquila al instante. Suelta otra risa, risueña, llamando su atención. La persona simplemente puede sonreír de lado, sabiendo que todavía no está en un lugar seguro.
Ella, tan pequeña como todo lo bello en este mundo, no tiene idea de lo que está pasando. No entiende nada de lo que ha vivido en los últimos meses de su vida. Los pocos recuerdos que tiene, se han ido olvidando como han ido pasando los días, pero algo le dice. Algo le hace saber que en definitiva, aquella noche, será una noche que recordara por el resto de su vida. Sí es que tiene una vida. En ese momento la persona que la lleva a un camino completamente diferente a los suyos, sabe que nada es seguro todavía, y aunque tiene claro qué hará cualquier cosa por mantenerla a salvo, también sabe que hay muchos peligros en esos momentos. Peligros que ella no tiene idea que existen, y que por su bien, serán peligros que jamás sabrán que existen.
Una brisa helada de aire le llega de golpe, asustándola por completo. De inmediato su sonrisa es cambiada por un puchero, que la persona que la lleva nota de inmediato. Su carriola se para un momento, mientras que la persona mira con cuidado su alrededor. Hay tantas personas comprando cosas, y viendo regalos de navidad, que se le hace complicado saber de dónde ha llegado aquella vibra. Sabe que eligió aquel camino a propósito, sabe que no debe llamar la atención, y sabe que usar la teletransportacion no es una opción razonable en ese momento, sobre todo porque la lleva, a ella. A esa pequeña que acaba de cambiar de mundo de un momento al otro. A esa pequeña que no debe saber nada del viejo mundo que dejo atrás.
Ella por su parte siente otro viendo frio, y entonces su puchero se transforma en una mueca triste, y sus ojos se vuelven llorosos. La persona, entrando un poco en pánico, retoma su camino, a paso más rápido. Los rizos de la pequeña de apenas siete meses de vida, se mueven, saliendo de su gorro color blanco, debido a la velocidad que comienzan a tomar.
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Our Little Queen. || Emiliaco.
FantasyHistoria especial después de The King y My King. Versión Emiliaco. ••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• -Nuestra pequeña reina. -susurra contra mi oído, haciéndome contener el aliento. -Ella es... Y lo sabes. -cierro los ojos cuando besa l...