Capítulo 5

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-Te digo que deberíamos llamar una ambulancia...

-Si vienen aquí verán todo la mierda que hay, y como mi padre se entere ya puedo despedirme de mi existencia...

-¡Sois unos idiotas! Ella puede estar grave...

-¡Esperad! Parece que vuelve en sí...

Abrí los ojos poco a poco, un fuerte pitido me cruzó la cabeza. Sentía el cuerpo entumecido y muchísima sed. Estaba desorientada, ¿que había pasado? Lo primero que vi fué la cara de Dani, y no era algo muy alentador.

-Tardaste en despertarte dormilona, casi jodes la fiesta.

Me dieron ganas de aplastarle la cara con mi pie, pero sabiendo que no podía ni moverme le di una mirada de esas que matan y se quedó callado.

Miré más a mi alrededor, estaba tumbada en el sofá y había un montón de personas mirándome como si fuera un mono de feria, esto no podía ir mejor.

-Diana...-me dijo Laura que se había movido para quedarse a mi lado-. Deberías llamar a tu madre, sé que no querías que viniera pero en serio no tienes buena cara. Parece que hubieras visto un fantasma.

-Está...bien...-dije con dificultad, notaba la boca pastosa, Laura no sabía hasta qué punto estaba en lo cierto-.Tengo sed...

En 10 segundos tenía una botella en la mano, y bebí como si llevara meses sin probar un sorbo.

-¿Quieres ir a casa?-me preguntó Sebastian.

Ir a casa ahora mismo era la peor idea del mundo, no sabría como explicarle a mi madre el por qué de mi desmayo y no soportaría preguntas. Sólo quería tumbarme y dormir.

-No, es igual sólo necesito descansar, aun es temprano. No quiero que os vayais por mí.

Miré a Álex.

-¿Tenéis algún sitio donde pueda descansar sin estar en medio del salón?

-Claro, ve a la habitación de Sara, está en la universidad y no vive aquí. Arriba a la derecha. No tiene pérdida.

-Gracias.

Subí a la habitación, era muy bonita con las paredes en azul celeste y muchas fotos. Me senté en la cama y me quedé ahí. Necesitaba tiempo para reflexionar. ¿Sobre qué? Tal vez porque un loco maniático con forma de gato había jurado acosarme hasta que descubriera por qué podía evitar sus "poderes" o lo que fuera. Sí, era todo muy normal.

Estaba exhausta, ya confundía la realidad con la imaginación. Eso sin hablar de que lo estaba tomando cómicamente pero en el fondo estaba aterrada. De hecho, fué mala idea quedarme sola, pero tenía la sensación de que ya había dejado las cosas claras y no iba a aparecer. Aunque tenía una duda, ¿si lo llamaba aparecería? Prefiero no probar, no me apetece verlo otra vez gracias.

El sueño me venció, creo que mi cerebro decidió intentar asimilarlo, era eso o morir de un ataque de pánico, aunque aún no era tarde para hacerlo.

————

Sebastian POV

Diana está arriba descansando, estoy realmente preocupado, últimamente está muy rara y no le cuenta nada a nadie. Tenía que hablar con ella seriamente, fui yo el que la encontró hablando sola en medio del campo y gritando como si estuviera viendo la propia muerte. Después de eso cuando llegué hacia ella ya se había desmayado.

-Ey Sebas ¿qué haces?-Rafa venía caminando hacia mí-. ¿Sigues preocupado por tu amiga? Tranquilo, creo que se recuperará, habrá bebido demasiado.

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