★Cʀɪᴍɪɴᴀʟ☯︎ | Cʜᴀᴇsᴏᴏ x Jᴇɴʟɪsᴀ G!P

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘚𝘪𝘦𝘵𝘦 -𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳 𝘣𝘦𝘴𝘰-

¿Realmente ella estaba ahí? ¿Salvandome?

Pues si. No parecía ser un sueño, mi dolor en ese momento era muy real.

Ví como Jisoo le daba una patada al chico en su parte íntima y el gritó de dolor, agradecí no ser él en ese momento, porque también supe que me doleria igual o peor.

Un golpe en esa zona era horrible, y lo digo por experiencia propia.

Jisoo se me acercó luego de haberle dado su merecido al desconocido.

—Rosé, ¿estás bien? Llamaré a un doctor... Enseguida...— se veía preocupada, el sudor caía por su frente, y a pesar de la poca luz que había supe que solo traía sostén.

Sus pechos se veían resaltados, era imposible no mirarlo.

Me incorporé en el piso como pude mientras ella sacaba su teléfono torpemente, ví como temblaba y casi no podía llamar al número, estaba preocupada por mi. Pocas fueron las veces en las que la ví asi.

—¿P-por qué... No tienes camisa? N-no quiero que te vean... Así...— si de por si con un vestido que tenía un escote la miraban, ahora que tal con solo un sostén, me rehusaba a pensar que la vieran de una manera deseable.

ME REHUSABA

Ella se sonrojó por lo que dije.

—Como que no es el momento para que digas esas cosas ¿no?— me respondió mientras se llevaba el teléfono al oído.
—Tranquila... Todo estará bien. Estoy aquí contigo, Rosé— me tomó de la mano y sentí una corriente, una conexión...

Me sentí importante para Jisoo, sentí que llegué a cambiar su vida como ella estaba cambiando la mía.

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El doctor había ido a revisar a Rosé, dijo que necesitaba de cuidados y atención porque había recibido golpes muy fuertes en el estómago, juré que iba a destrozar al que le había echo eso, no permitiría que le hicieran daño. No mientras yo respirara.

Me quedé dormida junto a ella, en mi habitación, tenía mi cabeza en su pecho y podía sentír su respiración, y los latidos de su corazón.

Había despertado, dormir a su lado era reconfortante, ella me daba tranquilidad, así que aproveche para admirarla un poquito...

Abrió sus ojos lentamente, se veía más que hermosa cuando estaba así, me ponía el mundo de cabeza.

Acaricie su mejilla, Rosé cada día hacia de las suyas conmigo, le di un tierno beso en la misma mejilla y eso terminó de despertarla.

—Buenos dias— su voz recién levantada me encantaba más que cualquier cosa en la galaxia.

—Buen día, ¿como te sientes?

—Ya mejor... Gracias a ti... pero hay algo que no entiendo— sonreí por lo que me dijo.

—¿Que te preocupa?— volví a acurrarme en su pecho, se volvería mi lugar favorito si seguía así.

—¿Como llegaste aquí? ¿Como sabias que ese hombre me haría eso?

—Terminé lo que tenía que hacer antes de tiempo, y quise viajar antes de las dos semanas, moría por verte— y es que era verdad, su compañia y sentírla a mi lado se había vuelto una costumbre, sabía que me volvería adicta a ella, más bien eso ya estaba pasando.

—Jisoo, eres especial ¿lo sabias?—
volvi a sonreír como tonta, ella había cambiado mi mundo.

—No, no lo sabia...Te espero abajo para desayunar— le di otro beso en la mejilla y salí de la habitación.