★Cʀɪᴍɪɴᴀʟ☯︎ | Cʜᴀᴇsᴏᴏ x Jᴇɴʟɪsᴀ G!P

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘚𝘦𝘪𝘴 -𝘉𝘶𝘴𝘢𝘯-

—Oye, Jisoo...— la llamé tímidamente.

Jennie y Lisa no estaban en casa, así que solo estábamos nosotras y sus escoltas que cuidaban la casa en todo momento. Según lo que ella me explicó tenía muchos enemigos que la odiaban a ella y a sus padres y por eso tenía que ser muy precavida.

Me pidió que por favor no saliera de la casa sin sus hombres y mucho menos sin avisarle, dijo que no le gustaría que algo me pasara, me sentí algo importante cuando me dijo eso.

—¿Si? Dime, Rosie— estábamos en su habitación, y amaba que me dijera Rosie.

No quise entrar porque me daba pena pero ella siguió insistiendo e insistiendo hasta que terminé aceptando.

Su habitación era grande y cómoda, creo que era la más grande de todas las siete que había en la casa.

¿Se imaginan Jisoo y yo durmiendo en esa cama juntas?

"Basta, Rosé, no puedes enamorarte de ella"  me regañé internamente por pensar en eso.

Nisiquiera nos habíamos dado un beso y ya íbamos a dormir en la misma cama.

Pfff tonterías.

Ella estaba mirándose en su tocador, mirándose al espejo mientras se ponía un collar.

Se veia preciosa, un vestido negro que dejaba ver al descubierto una pierna, y traía un escote, zapatillas blancas Luis Vitton, y una cartera Dior. Llevaba el pelo suelto y un poco de maquillaje, vestía simple pero elegante, y su ropa era de marca pero se veía sencilla.  Estaba muy hermosa y no sabía a donde iba, me preocupaba el que últimamente llegaba muy tarde a casa, eso solo significaba dos cosas, o habia mucho trabajo o se estaba viendo con otra persona.

Se podría decir que estaba celosa... No sé porque si no éramos nada, pero, me causaba ciertas molestia el imaginar la mirada de todos esos chicos sobre ella, solo yo podía mirarla, era lo único que podía pensar.

—¿Me... Darías un teléfono nuevo?—
ver televisión era divertido y salir al jardín también...

Pero últimamente me la pasaba aburrida todo el día, pensé que no era mala idea pedirle un celular a Jisoo.

Lo compraría de mi dinero pero no tenía ni un solo centavo, no es que quisiera abusar de su confianza, al contrario pienso que sería como probar si ella ya confiaba en mi y me daba la oportunidad de comunicarme en redes sociales.

—Claro— sacó un gran fajo de billetes de su bolsillo y me los dio.

Okey... Debo confesar que eso fue más fácil de lo que creí.

—¿En serio no te molesta?— ¿De verdad ella estaba confiando en mi? Eso fue lindo de su parte y sonreí al pensar que si confiaba en mi.

—No, todo está a tu decisión, a estas alturas tu decides donde quieres estar. Puedes ir a comprarlo con mis hombres si gustas, ellos te llevarán y te traerán de vuelta— no me miró nisiquiera por el reflejo del espejo.

Técnicamente me estaba diciendo que hiciera lo que quisiera.

¿Qué le estaba pasando?

—¿A donde tan arreglada?— no tenía que ser adivina para saber que iba a salir a algún lado.

—Me voy de viaje a Busán, tengo unos asuntos que resolver en el trabajo— no le restó mucha importancia.

Me puse detrás de ella y la giré hacia mi, posando mis manos en su cintura.
Ella se sorprendió un poco por lo cerca que estábamos pero nisiquiera intentó safarse de mi agarre.