★Cʀɪᴍɪɴᴀʟ☯︎ | Cʜᴀᴇsᴏᴏ x Jᴇɴʟɪsᴀ G!P

𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘛𝘳𝘦𝘪𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘖𝘤𝘩𝘰 -𝘓𝘢 𝘤𝘪𝘨𝘶̈𝘦𝘯̃𝘢-

—Dime que me amas, aunque sea mentira— dije mordiendo su labio, aceleré mis movimientos jalando su cabello.

Jisoo jadeó y le solté una nalgada, su piel se enrojeció.

—Te amo— y finalmente terminé dentro de ella, llenando su interior.

Ambas caimos exhaustas en la cama, no hay palabras para definirlo.

Bueno si, pudimos reconciliarnos, estabamos siendo la misma pareja de antes.

Ese fue el momento en el que me di cuenta que no me arrepiento de odiarla en lo absoluto.

Terminó por contarme todo lo que Sehun estaba haciendo, atemorizando a nuestras hermanas y ella tuvo que agarrarme porque casi voy a golpear a ese imbécil.

Acaricie su cabello mientras ambas mirábamos el techo, el silencio no era incómodo, era agradable, me hacia sentir tranquila.

—Oye Jisoo— después de un rato dije, haciendo que me mirara —¿Segundo round de la agente y la criminal?— pregunté y una sonrisa pícara apareció en sus labios, odiaba que hiciera eso, bueno, si me gustaba, y no sabía por qué una palabra suya era suficiente para ponerme dura.

—Si pero esta vez soy yo la que va a castigarte— y comenzó a dejar besos por todo mi abdomen, miré hacia abajo viendo lo que estaba por hacer, disfrutando de la sensación.

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—¿Y esa cara?— preguntó Tzuyu, hace tiempo que no hablaba con ella.

—Tiene la cara— cantó Nayeon y me giré para verla, mientras su hermana soltaba una carcajada.

—Tiene la cara de recién follada—
y ambas estallan en risas haciéndome negar con la cabeza.

—Me pregunto por qué mi sexualidad les interesa tanto.

—Porque si tu cara está sonrojada debes estar recordando.

Y efectivamente, recuerdo sus palabras mientras yo saltaba una y otra vez encima de ella.

—Jisoo, fuck me— aceleró mis movimientos moviendome de arriba a bajo, mientras ella pone sus manos en mi cintura, mordiendome el labio.

El contacto de su piel contra la mía, sentirla dentro de mí...

Joder, necesito agua fría en este instante.

—Madure un poco ¿quieren?

—Si, señora amargada.

—Quizás tus hijos sean iguales— dijo Nayeon con una sonrisa.

Me congelé en mi lugar.

Hijos.

Tener hijos con Rosé es algo que pocas veces se pasó por mi mente, si estaba segura de que quería estar con ella, pero aún éramos muy jóvenes y al menos yo aún no cumplía los veintisiete, que por cierto sería dentro de una semana y aún no tenía muy claro como haríamos la celebración.

—Dejame cumplir los 27 y luego hablaremos de eso.

Cumplía el 3 de enero, aún faltaban unos días, pero quería planear con anticipación.

Ah... Era 24 de diciembre, iba a ir a comprarle el regalo a Rosé, no sabía que darle, y cuando pasé por una tienda no dudé en entrar, dispuesta a eligir algo.

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Nos habíamos reunido con nuestras amigas, Tzuyu, Nayeon, Lisa, mi hermana, hasta estaba Dahyun, y bueno... No estaba muy feliz de que andara por mi casa como si nada, pero Rosé quería invitarla y era un poco difícil decirle que no.