Morioh's Bizarre Higschool

Lección #5: Olvidar un aniversario y estar muerto son casi lo mismo (I)

************************************************************

Adaptado de JoJo Bizarre Adventure Part 4 de Hirohiko Araki.

¿Viste Yudita? Yo soy un escritor serio >:v

Próxima actualización:  Julio, Dios mediante.

************************************************************

En la mañana

Mi mundo empezó a derrumbarse en una fiesta. Lo recuerdo como hoy: la euforia de todos los presentes al ritmo del karaoke; la estupidez juvenil patente en nuestros rostros; Josuke borracho...sobre todo eso. Quién iba a pensar que la serie de desgracias que sobrevendrían a Morioh-cho también comenzarían con una fiesta. Curioso el cómo funciona el karma ¿verdad?

Entonces sírvase mejor decir "todo comenzó con una fiesta": la de Akagemi Reiko.

Primero, debemos conocer de antemano algunas cosas. ¿Alguna vez has jugado ajedrez? En ese juego es vital conocer la posición de cada pieza, de lo contrario no se podría analizar el desarrollo del partido o, de otra forma, seguir el rumbo de acontecimientos.

Por eso es importante contar dónde estaban los jugadores y cómo sus acciones influenciaron en lo que sería la primera noche, de muchas, que pondrían en jacque a todo Morioh.

- ¿Necesitas que compre víveres? –Yukako sostenía el auricular sobre el cuello. Al otro lado de la línea, Reiko le daba instrucciones de lo que sería su aporte a la causa. –No sé si pueda ir, Reiko, quedé con los Yoshikage en ir a su casa. Ya sabes Yuuya y el cole...

- Al menos di que comprarás la comida, venga –se oyó decir del otro lado de la línea.

Yukako puso los ojos al cielo, seguido de un "ok". Colgó. Se dejó caer en el sillón, sin deseos de levantarse y salir, pero el deber llamaba.

Así que ese día, Yamagishi Yukako tomó el auto de su padre. Telefoneó a su mejor amiga, quien había olvidado la fiesta por lo que fue en vano recordárselo. Estaba sola en esto. Por instantes, la imagen de Higashikata Josuke pasó fugaz por su mente. Sacudió la cabeza. "Ya no es como antes" se dijo.

Giró la llave y arrancó.

                                                                                   ****

Kobayashi Tamami era un hombre en exceso orgulloso aun con sus 1.45 de altura. Como alcalde del pueblo, amaba estrujar su posición en la cara de la gente para así obtener gratos beneficios de ella.

Ojos fijos en el envase en leche frente suyo, leía su fecha de caducidad coincidente con ese mismo día. Por cosas como esta, es que Tamami destacaba. Su mente maquinó todo un plan para acusar al establecimiento por vender productos caducos a sus consumidores. Impondría un alto impuesto como indemnización y claro está, parte del dinero sería suyo.

Era un hombre detestable en todos los sentidos.

- Lo retirarán de sus estanquillos hoy –la voz tras sí lo sacó de sus cavilaciones.

Se enderezó y se volteó para dar con Yoshikage Kira, colega de trabajo.

- ¡Ja! No me digas: tú les dijiste – dijo con una burla.

- La política del consumidor lo permite: los artículos pueden ser retirados hasta el mismo día de su vencimiento –añadió Yoshikage.

- Cuanto tiempo, Kira-kun. Sigues siendo el mismo perro viejo -Tamami entornó sus ojos. –Cómo en los viejos tiempos ¿eh?