Jeno: another day.

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Otro día más en donde Lee Jeno ni ganas de vivir sentía.

Estaba delgado, pálido, con ojeras y su mirada estaba apagada. Sus ojos ya no reflejaban brillo.

Ese día por lo menos había logrado levantarse y darse una ducha; pero salir de su habitación y dejar que el sol dejara ver la mierda de aspecto que tenia era imposible.

El aire estaba a la temperatura más baja a la que podía llegar, la habitación estaba oscura y desastrosa.

Pero Jeno no sentía frío, no sentía calor. Jeno no sentía absolutamente nada.

Se miraba al espejo y se daba asco, por eso lo tapó con una sábana. Cualquier objeto que dejara ver su miserable estado lo tapó, la mayoría de su habitación estaba con sábanas y mantas. Cubriendo todo aquel reflejo que dejara ver su asqueroso y lamentable estado.

Jeno si acaso y podía mantener los ojos abiertos, había ojeras debajo de sus ojos y sus dedos eran un completo desastre. Con heridas a su alrededor por estarse arrancando los pequeño cueros que se formaban y por estarse mordiendo las uñas gracias a la terrible ansiedad que le generaba todo.

Jeno no se sentía bien, eso estaba mucho más que claro.

Sus padres le habían insistido día y noche para que saliera así sea a ver la luz de la luna y admirar las pocas estrellas que había en el cielo.

Pero el no quería.

Sus piernas no daban para caminar por el parque como lo hacía antes, sus ojos no estaban como para ver las estrellas que se asomaban en el cielo, su mente no estaba como para pensar en otra cosa que no fuera en ese trágico día que lo perseguía y no lo dejaba dormir en paz.

Jeno no sentía tristeza, dolor. Jeno estaba en blanco.

Jeno no podía moverse, no tenía ganas. Las pocas ganas que tuvo se las había gastado tomando una ducha, colocándose su pijama y volviendo de nuevo debajo de sus sábanas.

Las pocas que tenía en la cama.

Sus ojos seguían abiertos así el quisiera cerrarlos. Su mente no descansaba, la misma película de repetía una y otra vez en su mente. Había dejado sus medicamentos de lado porque ya no sentía ganas de mejorar.

Sus ganas de seguir en el mundo se habían ido justo cuando él se fue.

Pero Jeno no sentía frío, no sentía calor. Jeno no sentía absolutamente nada.

Jeno no sentía tristeza, dolor. Jeno estaba en blanco.

Hug | Norenmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora