Hug | Norenmin.

RenJun: I'm dying.

— Pasado —

Como siempre un día nuevo comenzaba y el no sabía porque había abierto los ojos otra vez. El clima a su alrededor siempre era gris, húmedo y frío, mientras una nube gris le llovía en la cabeza y pensamientos horribles habitaban su cabeza.

No sabía cómo se había levantado de la cama si mi fuerzas tenía, no sabía cómo había podido sonreírle a su padre sin que la misma sonrisa de notara increíblemente falsa.

El no estaba feliz, cualquiera podía notarlo.

— ¡RenJun-ah! — soltó un suspiro al escuchar la voz de su mejor amigo.

Si, tenía amigos con los cuales pasaba un buen rato y por lo menos lograba escapar dos segundos de su realidad.

— Vamos, los chicos nos están esperando en la cafetería — rodo los ojos a sentir como su mejor amigo comenzaba a jalarlo.

RenJun guardó sus cosas y dejó que DongHyuck lo llevara hasta la cafetería. No me gustaba ese lugar, mucha gente estaba acumulada allí y eso le causaba pánico. Aún con esa presión fea en el pecho se adentró junto con su mejor amigo a dicho lugar.

Apenas llegaron la gente lo miro, RenJun se sintió pequeño pero no de buena forma. Hablaba enserio cuando decía que los lugares públicos no le gustaba en lo absoluto, estar con más de tres personas alrededor no le agradaba en lo absoluto. El nudo se volvió aún más fuerte cuando estuvo en la mesa con sus amigos a su alrededor hablando tranquilamente.

El se sentía cómodo con ellos; pero no con el lugar. La gente solo se le quedaba mirándolo, el era el centro de burlas internas de toda la escuela. No le hacían nada por el siempre echo de que una vez intentaron golpearlo al verlo solo, pero Mark logró llegar hacia ellos, intimidarlos y amenazarlos diciéndoles que si le llegaban a hacer algo, haría que los expulsaran. Pero sabía que era el centro de burlas de casi todo el colegio. Por eso odiaba los recreos.

Iban justo al lugar en donde se juntaba casi toda la escuela.

Soltó un suspiro entre cortado sintiendo su ansiedad al borde. Se removió incómodo en su lugar, buscando con sus ojos a alguno de sus amigos para llamar su atención y que lo sacara de ahí.

Se odiaba a si mismo por no saber decir que no.

Busco con sus ojos hasta que vio a uno de sus dos novios. Jeno estaba ajeno a lo que los demás hablaban, solo reía debes en cuando y se restó estaba concentrado en lo que sea que me estuviera enseñando la pantalla de su celular.

No era la primera vez que estaba al borde del pánico en algún lugar como ese y acompañado por alguno de sus amigos. Ellos ya sabían más o menos que hacer en esas situaciones, solo era cuestión de avisar y ellos lo sacarían de ahí lo más antes posible.

Odiaba los lugares así. La última vez que tuvo un ataque sus compañeros de curso estuvieron burlándose más o menos seis meses, eso solo lo deprimía aún más.

Su mundo era muy gris. El lo veía de una manera muy diferente a la que lo veían los demás. El sentía como una carga, había acostumbrado a sentirse así siempre.

El siempre era el culpable de todo.

El se merecía todo lo que le estaba pasando.

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Sin editar.