Jeno: after so long, see you again

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El día no fue lindo. Los días habían dejado de ser lindos.

Había nubes, era húmedo. Era gris, al igual que su interior.

Él creía que saliendo todo iba a mejorar. Siguió el consejo de sus padres, comenzó a salir solo a caminar.

A observar personas, a tratar de adivinar sus historias.

Salió a caminar por la calles, por los parques. A ver a los pájaros recoger cosas del pasto y llevarlas a sus nidos.

Jeno solo salió para distraerse un poco, para desconectar su mente.

El consejo de sus padres no funcionaba, su mente seguía dando las mismas vueltas. La película en su cabeza seguía repitiéndose una y otra vez.

¿Tendría que estar molesto con sus padres porque le dieron un consejo inútil? Él ya no lo sabía.

Toma el pasto fuertemente entre sus dedos y luego arranca un poco, tirándolo hacia el frente.

Debajo de sus ojos había ojeras, estos también habían perdido el brillo que solía caracterizarlos.

Sencillamente, Jeno se había vuelto otro desde que todo se había arruinado.

Se levanta del pasto, remota su caminata.

El consejo de sus padres no funcionaba, su mente seguía dando las mismas vueltas. La película en su cabeza seguía repitiéndose una y otra vez.

¿Tendría que estar molesto con sus padres porque le dieron un consejo inútil? Él ya no lo sabía.

Camina con sus manos metidas en los bolsillos de su chaqueta, con sus audífonos reproduciendo una melodía desconocida.

No sabe si su vista está fallando, pero a lo lejos ve una cabellera rosa bastante conocida.

Lo más probable es que Jeno esté alucinando. Lo hacía de manera muy frecuente.

Trata de ignorar, pero cuando se acerca la silueta se hace mucho más conocida.

Hace tanto que no veía a Jaemin, desde aquel día no lo veía.

Le mando mensajes, lo llamo. Jeno incluso llegó a creer que estaba muerto.

Él también lo ve y no puede evitar correr hasta donde está.

Jeno no se lo esperaba, no esperaba aquel abrazo, tampoco aquel llanto. No esperaba tener a Jaemin de nuevo entre sus brazos.

Pero, ya no era lo mismo. Se sentía diferente.

Ambos sentían que algo les faltaba.

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Después de mucho tiempo, me dio por actualizar esta historia. Ojalá alguien siga leyéndola.

Sin editar.

— ali  

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