Eclipse Lunar

En Jonia

Paralelamente la situación era completamente similar para el felino desde el otro lado de runaterra: en Jonia.

Habían pasado los primeros días desde que tuvo que emprender su camino de vuelta a las provincias originarias donde creía lo tenía todo: su arena, y a su "ma".
En realidad no se hizo ningún problema de volver, puesto a que su reputación compraba lo que el dinero no; y gracias a la ayuda de un par de contactos, dentro de poco ya estaba de vuelta.

Ya era de noche, podía oír el sonido de los insectos y un fresco aire que inundaba de fragancias silvestres el camino, a lo lejos un par de luces amarillas le indicaba ya que estaba en su destino: la casa de su madre.

Lo primero que hizo al llegar entonces, fue dirigirse a la pequeña casita a saludar y a reportar su llegada exitosa, pues pensó de seguro ella seguía aún preocupándose tanto por él como cuando era apenas un niño. Ella lo recibió agradablemente sin reprocharle acción alguna, pero si preguntándole un sin fin de cosas respectivas a su viaje, y a su "compañero" temporal Aphelios, y es que la madre de Sett intuía cosas por mucho antes que sucediesen, y respecto al lunari ya tenía un par de dudas en mente que le quedaban por indagar con su hijo.

-¿Qué es lo que tienes Settrigh?, creí que estarías más entusiasmado de ver a tu madre, más aún después de tanto tiempo sin vernos. -
Indagó la mujer notando en el rostro y actitud de su hijo que eventualmente las cosas no andaba muy bien.

-. Sólo estoy cansado má.... Ya sabes, nunca antes había viajado tanto y a decir verdad no tengo hambre ahora mismo-.
Respondió cortante y en seco.

-. Nunca habrías viajado por cuenta propia ¿no es así?-.
Le cuestionaba la mujer dirigiendo sus preguntas con suficiente intencionalidad.

La madre de Sett conocía tanto las actitudes de su hijo, incluso cuando este no le hablara de cómo se sentía, o le ocultaba ciertas cosas respectivas a sus sentimientos, después de todo el instinto maternal siempre le permitía mantenerse al tanto de todo lo que involucraba los ánimos del felino.
De igual forma, Sett se comportaba muy cariñosamente con su madre, pues pese a ser un peleador con reputación y carácter un tanto controversial, el amor por su madre no era algo que pudiera poner en duda; a ella le debía todo lo que era, y hasta el último de sus días agradecería aquello, la quería infinitamente .

-. ¿Qué hay con ese muchacho? -.
Indagó la madre dirigiendo su pregunta muy directa y acertiva.

-. ¿Podemos hablar del viaje en otra ocasión? -.
Evadía el felino intentando cambiar el tema lo antes posible.

A decir verdad la situación para Sett era un poco difícil de explicar; no porque dudara de la posible respuesta por parte de su mamá, si no que porque en ese momento se sentía muy esxpuesto y vulnerable emocionalmente para mencionar detalles de aquello.
Era la primera vez que sentía que su corazón se quebraba de una manera amorosa, y como no tenía experiencias muy distinguidas en este tipo de situaciones, consideraba más fácil apostar por una actitud esquiva.

-. Me resulta un poco curioso nada más...todo esto-.

-. ¿Que haya viajado con él? ... No hay nada de malo o extraño en eso ma'-.

-. Es cierto que no hay nada de malo en ello... Pero si hay algo mal contigo...en primer lugar nunca antes habías traído a alguien a casa, y ahora que vuelves solo te comportas totalmente diferente a como lo haces siempre.... Y por último; se que estás mal porque ni si quiera tocaste el plato de comida que te serví hace mas de cinco minutos y a ti te gusta bastante comer.... Settrigh me preocupa que  estés evitando mis preguntas porque sé que hay algo más detrás de todo esto-.

-. Ya te lo dije. Estoy cansado es todo-.
Le restó importancia a las palabras de su madre casi pasando por desentendido del asunto.

-. Settrigh... -.
Suspiró la mujer algo molesta en respuesta a la actitud que estaba empleando  Sett, pues aquel comportamiento no era algo de su agrado en absoluto.
Por su parte, el felino quien comprendía a la perfección el tono de voz de su madre, sabía que él asunto empezaba a irritarle, por lo que finalmente optó por no empeorar las cosas con ella y hablar de una vez.