Un nuevo camino

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Luego de tan compromentedora situación , ambos entraron nuevamente a la casa, fingiendo como si nada de ello en realidad hubiese ocurrido.
Se habían acomodado retomando la distancia para limitarse al cruce de miradas , y cada uno partió rumbo a dormir por separado.

Sett se acostó nuevamente, esta vez decidido a dormirse , pero en su cabeza resonaban los delirantes recuerdos de su día tan cercanco con aquel niño. Trataba de diciparlos entre otros tantos pensamientos, pero parecía que mientras mas esfuerzo ponía es apartarlos de su mente, más se interponían , ya no podía evitar pensar en el rostro del lunari.
De alguna manera no dejaba de verse algo triste, aunque aquello le otorgaba tranquilidad ,repasó sus facciones y las marcas en su rostro como si lo tuviera en frente a él , deseando volver a verlo una vez más.
Pensaba que aquello solo era causa de su curiosidad en él, y debido a la peculiaridad de sus razgos; ya que nunca había visto a otro chico si quiera similar.
Estaba acostumbrado a lidiar con hombres de su tamaño, cuyas expresiones fueran tan fuertes como su personalidad  y que fisicamente fueran corpulentos como él, rudos o malhumorados siempre.
Pero ¿Aphelios?; el era todo lo opuesto; parecía ser silencioso y bastante mas agradable después de un rato, su apariencia delgada ,de figura fina, y con expresiones absolutamente delicadas, su pelo negro y brillante reflejaban la misma luz nocturna en su piel ;y hasta olía bien.
Sin duda Aphelios escapaba de todo lo que el vastaya había visto antes.

Asi mismo se encontraba el arma de los adeptos en el cuarto.
Era el primer momento que tenía a solas después de haber pasado un día completo con Sett. Y aunque siempre tenía claro cuales eran sus objetivos y determinaciones al final del día, hoy le fue la excepción. El tambíen repasaba en su mente todo lo que había vivido estos últimos días, deseaba poder establecer una conexión con su hermana para corroborar sus pasos en ella , aunque no necesitaba contarle nada  porque ella entendería sus pensamientos sin si quiera tener que decir una sola palabra, así había sido siempre.

No entendía porque aquel hombre resultaba ser distinto a lo que en un inicio parecía ser. Ahora se comportaba amigable y resultaba que en verdad tenía un lado bastante sensible; pensó que su compañía le empezaba a parecer  placentera y
sin más en que pensar , se quedó dormido.

La noche pasó rápida, y al dia siguiente Sett fue el primero en despertarse.
Lo primero que hizo, fue precipitarse a la pieza donde Aphelios dormía,
Tocó muy despacio  a una de las paredes  para ver si del otro lado el lunari le respondía, pero parecía ser que aún dormía. Se aproximó a su dirección sin hacer ruido para  comprobar que sus sospechas fueran ciertas; y así era.
En frente suyo el Pelinegro dormía profundamente.

Sett le había dejado tomar una de sus prendas para dormir; una polera blanca y manga corta asi que no dormía con su típico traje oscuro.
Se veía placidamente dormido, y mostraba uno de sus brazos por completo descubierto casi saliendo de la cama, en él cual cargaba su brazalete aperlado.
El mestizo se retiró de la pieza, pues había querido interrumpirlo.

Se arregló y se dirigió a las afueras de la pequeña casa, decidió partir con su rutina de ejercicios , como era de costumbre antes de desayunar casi todos los días. Pasó unos minutos de que había iniciado cuando Aphelios se despertó; y sin mas que hacer fue en busca de Sett.
Allí estaba el jefe; haciendo unos cuantos abdominales en el pasto; a el lunari le sorprendió la facilidad con la que lograba ejecutar el ejercicio tan tranquilamente.
Observó desde atras, sin que el mayor notase su presencia en el lugar, y no fue hasta que este terminó y se pusiera de pie; que vió al pelinegro.

-.¡Ah mira, un saco de box!-.
Habló el vastaya burlón dirigiendose a un silencioso Aphelios.

-.Si sabes que es una broma, ¿Dónde está tu sentido del humor niño?-.
Habló entre risas el mas alto , dándole una palmadita a decir verdad un poco brusca en el hombro, mientras que el lunari solo lo veía serio con los ojos en alto, aún estaba algo somnoliento como para reirse de algo que no le causaba gracia.

Eclipse  LunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora