Piel, besos y caricias

665 46 14
                                    

El trayecto se hacía cada vez más pacífico, silencioso y agradable.
Por primera vez Sett disfrutaba tanto la tranquilidad bajo la Luna, y con la misma "luna" a sus espaldas.

Aphelios por su parte iba entre medio dormido y consciente.
Había bebido bastante así que aún se encontraba bajo los efectos del alcohol, pero ahora había dejado de hablar tanto y controlaba mejor sus pensamientos.
El cansancio había tomado posesión de su cuerpo, sin embargo aún con los ojos cerrados era consciente de la situación.

Fue entonces cuando entre un momento de silencio y tranquilidad absoluta, de la nada Aphelios empezó tararear y cantar una melodia muy suavemente.

-. "Con tu voz apagada que me roza
Por favor llama mi nombre una vez más
Aunque esté 
Caminaré hacia ti dando un paso a la vez
Aún estaré contigo"... -.

Sett permaneció un rato en silencio para oír a Aphelios tararear parte de la canción nuevamente.

-. "Notostros reímos y lloramos juntos
Todas estas simples emociones
Tal vez lo fueron todo para mi
¿Cuándo pasará eso?
Cuando te vea otra vez
Te miraré a los ojos y te dire: te he extrañado... " -.

-. No sabía que cantabas Phel... Cantas muy bien -.
Señaló el vastaya totalmente encantado con la afinación del menor.

-. ¿Porqué no lo haces más seguido? -.
Indagó este.

-. A veces lo hago... Cuando estoy solo-.
Respondido Aphelios, quien por lo menos ahora articulaba respuestas consecuentes.

No era broma que Aphelios tenía una voz muy dulce y encantadora para cantar, aunque como era de esperarse, nadie antes se lo había mencionado porque nadie lo había escuchado. Sett era el primero en hacerlo, y sus palabras fueron sin duda muy acertadas.

Así permaneció durante unos minutos la atmósfera. Con Aphelios cantando y armonizando melodías, mientras Sett iba encantado escuchándolo.
Hasta que nuevamente el pelinegro cedió al sueño.

Sett por su parte se dispuso a continuar el trayecto de camino a la cabaña pensando que tan agradable era oír la voz del menor al cantar.

Quedaba poco, así que dentro de una media hora de caminata lenta, finalmente habían llegado al lugar.

Se agachó levemente para cruzar la puerta de la casita y se dirigió con eventual silencio a la cama donde recostó a Aphelios quien pese a los esfuerzos de Sett por dejarlo dormir, se había despertado.

-. Lo siento... Yo no quería que te despertaras -.
Señaló el vastaya.

-. ¿Ya llegamos? -.
Preguntó Aphelios somnoliento mientras se llevaba las manos a los ojos para tratar de mitigar la tenue luz que le molestaba.

-. Llegamos a tu escenario niño cantante -.
Bromeó Sett.

-. No parece la clase de público que esperaba-.
Se reía Aphelios mientras cubría sus ojos. Entonces su estómago interrumpió el ambiente con un eventual sonido de hambre.

-. Te dije que tenía hambre... -.
Se rio nuevamente el pelinegro junto al felino.

-. Está bien, iré a traerte algo-.

Eclipse  LunarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora