4. La ventana

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Capítulo 4

Bella

Me despierto a las cuatro de la mañana con mucha sed.

Decido ir a la cocina a beber un vaso de agua y me encuentro a Noah comiendo un trozo de pizza fría.

- ¿Hola? -digo.

- ¿Qué haces aquí?

- Tenía sed y venía a por un vaso de agua, ¿y tú?

- Tenía hambre -contesta señalando la pizza.

- Ah.

Y ahí estamos los dos a las cuatro de la mañana, comiendo una pizza y bebiendo un vaso de agua.

Cuando termino me despido de el.

- Yo ya me voy, pasa buena noche.

- Vale -dice con la boca llena de pizza.

Me voy a mi habitación y me duermo enseguida, pero me despierto con los pasos de Noah yendo a su habitación.

Veo que me mira desde fuera y esboza una sonrisa que no supe identificar. La ignoro y sigo durmiendo.

                       
                   ***

Ya es día, las 6 y cuarto de la mañana concretamente cuando noto que alguien me da en el hombro.

Noah me esta despertando.

- Bella -dice susurrando.

- ¿Que? -pregunto con voz ronca.

- Levántate.

- ¿Pero que pasa? -susurro mirando la hora -. ¡Son las seis de la mañana!

- Solo levántate.

Al final termino levantándome.

- ¿Qué quieres? -insisto.

- Vamos a hacer ejercicio.

Pero, ¿¡qué!?

Que esta insinuando. ¿Me esta llamando gorda?

Lo eres.

No. A ver puede que haya engordado un poco en las últimas semanas pero nada de otro mundo.

- ¿Me estás llamando gorda?

- Que va, solo... me apetece -dice riendo.

- De mi no te ríes.

- Vale, vale. Venga ven.

- No voy a ir.

- ¿Por qué?

- ¿Tú que crees? Son las seis de la mañana, lo que menos me apetece ahora es ir a hacer ejercicio.

- Porfa.

No se porque motivo me ha convencido.
Y eso que a mi es difícil convencerme y más para hacer ejercicio.

- Vale, no se porque, pero me has convencido. No te acostumbres.

El pone una mueca divertida.

- Cámbiate, voy saliendo.

No estoy del todo convencida pero termino accediendo. A lo mejor me lo paso bien y cojo más confianza con Noah.

O simplemente le caes mal y no puedes hacer nada.

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