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¡Adivinen dónde estoy!
Así es. Sav me convenció a ir, disque porque no quería ir sola y más berrinches. Espero no arrepentirme más adelante.

— ¿Tienen listas sus cosas? — Pregunto el rubio que se llamaba, Zack.

—¡Si¡ — Gritamos todos a la vez. No lo iba a negar, fue divertido.

—Okeyyy, entonces vámonos — Y arranco la combi.

Si, nos habíamos ido en combi ya que en una ×4 no entraríamos, ellos tenían pensado ir en la ×4, pero luego reaccionaron y se dieron cuenta que teníamos razón, no entrabamos.

En todo el camino hablamos, yo no mucho, pero Sav y los demás si, la chica pelinegra, llamada Katia, y Izan hablaron por todo el camino, pero en ciertos momentos Izan la ignoraba, se ve que se había cansado de tanto hablar, pero la peli negro insistía. Luego, Sav y Mónica, ellas hablaron todo el camino, no se cómo pero tenían de que hablar.

Y los dos chicos, Zack y Nataniel, hablaban de a ratos, Zack era el que manejaba, parecía un chico muy divertido y con el que nunca te aburrirás y Nataniel parecía ser de las personas que no hablan mucho con desconocidos, pero si con personas cercanas a el. Cada quien de este grupo era distinto.

Oh, me olvidé hablar de mi. Yo me quedé escuchando música en todo el camino, Sav de veces me hablaba ya que no me quería dejar de fuera. Pero nada más, Izan me ignoraba, como si yo no existiera. Bueno, seguro es rencoroso y me está devolviendo la de ayer.

En conclusión, el camino había sido  aburrido pero no tanto, ya que escuchar música, leer y jugar los jueguitos, no lo era tanto.

Después de un rato llegamos a nuestro destino, el campamento era un lugar boscoso pero no tanto, así que no daría mucho miedo. Las cabañas estaban construidas por madera y piedra, muy buena combinación, y la estructura eran las típicas de las cabañas, eran cuadradas de abajo y la punta de un triángulo arriba, y ciertas partes estaban decoradas con masetitas colgando de la ventana, era muy lindo todo. Los alrededores tenían flores que las cuidarían los que cuidan este campamento. Después había una fogata que ahora se encontraba apagada, juntó con unos troncos para sentarse, estaba bonito, ya que estaba decorado con ciertas piedras.

Cuando bajamos los demás hablaban entre sí y yo caminaba hacia las cabañas, aún ni sabía cuál era mi puerta. Al rato de esperar apareció una señora y nos dió una llave a cada uno. Dormiríamos juntas las cuatro chicas, y los tres chicos también, pero obvio que en distintas camas, y cabañas. Habían más cabañas, pero ya habían decidido que solo pagarían dos cabañas, además de que ahora vendrían más personas al cámping.

Nos despedimos de los chicos y nos dirigimos hacia nuestra cabaña.

— Wow, que bonita — Se expresó la peli roja.

— Ajá, muy linda — Le siguió Sav mientras observaba los alrededores.

— ¿Y si se ponen a arreglar sus cosas en vez de mirar tanto y luego siguen mirando? — Pregunto la peli negro

En eso le daba la razón.

— Agh, aburrida — Espeto la peli roja.

Luego de esa breve conversación siguieron hablando entre ellas y arreglando sus cosas, al igual que yo, solo que yo no estaba en su conversación.

El interior de la cabaña se formaba por dos camas arriba y dos abajo, arriba habían muebles, unos sillones color blanco que quedaban muy lindo, después estaban las camas, sus mesita de luz. Unos cuadros, y varios objetos clavados en las paredes. Abajo era un espacio más grande y liberado. Habían cuadros, muebles para guardar cosas, como ropa y objetos, todo muy simple, había lo necesario, me gustaba.

Amor soñado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora