Sábado (al día siguiente).
—¿Me regalas tu gelatina?
—Agh. Sav, sí, tómala. Ya sabes que a mí no me gustan.
Sav solo la agarró y empezó a comer, y yo la espere, ya que ya había terminado, más rápido que ella y las demás, comía muy rápido...
—Ya termine, ya podemos salir.
—Y ustedes chicas, ya terminaron?
—Ajam, vamos a explorar.
Al salir desidimos salir y investigar a las afueras del campamento (en el bosque).
—Mira esta piedra, es blanca, y mira, tiene destellos grisaseos — Mónica le mostró a Sav.
—Es solo una piedra, Mon.
—Cállate que tú no entiendes, tú no amas a la naturaleza como yo.
—Ya paren con su show y mire allí — Señalo Katia.
—Un río, un puto río. Que hermosura — Hizo saber, Sav, mientras corría hacia el.
A lo que yo también empiezo a caminar rápido para llegar.—Wow, que bonito. Nunca tuve la oportunidad de estar en uno o siquiera verlo, por la razón de vivir en la ciudad...
—No eres la única Saia, yo vivo aquí de hace rato y nunca ví uno —Sav hizo saber con cierto brillo en los ojos.
—¿Se meten? Yo lo hago.
—Pero Katia, no sabes si puede haber algo ahí dentro.
—No seas aguafiestas, Mónica. Entremos mejor, y disfrutemos.
—Si me llega a pasar algo estando ahí dentro, que quede en sus consiencia que fue su culpa.
Y todas empezaros a sacarse la ropa y meterse. Yo no lo haría, me metería con ropa, siempre me dió vergüenza que le vean en ropa interior o en mayas.
Estaba por meterme pego Sav me detuvo.—Espera, ¿no te sacarás la ropa?
—No — Intenté meterme, otra vez.
—Arruinaras la ropa con esta agua sucia, y estamos entre nosotras, no tengas vergüenza. A qué tenés un cuerpazo debajo de esa ropa, guapa.
—Pero Sav — Reí—. Es que no me gusta,y la ropa no le importa mucho.
—Solo diré que tendrás que volver con la ropa mojada, y que no te jugaremos.
Me quedé pensando un momento, todos pensarían que me hicieron una broma o algo, o tal vez se ríen de mí. Ya que, me meteré en ropa interior, la vida es una y si no lo hago, nunca más lo haré, además confío en ellas.
Así que me saque la ropa.—¡Esoooo! Viste que si tenías un cuerpazo, diosa.
—Calla —Me sonroje.
Desde ese momento las tres empezaron a abuchearme (en el buen sentido) diciendome piropos.
También empezamos a disfrutarlo y hablar, el agua estaba súper linda, parecían aguas termales. Sí, lo eran, Mónica lo confirmo.
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Amor soñado.
Short Story"Abrí los ojos cuando me desperté: estaba todo oscuro, solo podía sentir movimiento y oír ruidos a mi alrededor. Lo único que pude diferenciar fue un pequeño agujero del que salía luz. Supuse que era una puerta y eso la cerradura. Pero hay una razón...