Bajo Tus Estrellas [#1]

31. Él confía en mí

★ Bajo tus estrellas ★

★ Capítulo 31 ★

Charlotte

- Quiero que vaya en estos momentos a la oficina del director, srita. Miller. - Dijo furioso.

Y ni siquiera piensa preguntar por qué o que era lo que pasaba. Tomé mis cosas, y salí del salón sin dirigirle la mirada a nadie.

En los pasillos del Instituto se siente la paz sin la contribución de nadie.

Paz que jamás podré tener.

Llegué a la oficina del director y toqué la puerta. Una voz femenina fue la que me dijo: "Siempre está abierto".

- Buenos días, srita. Rosy. - La saludé amablemente.

- ¿Vienes por alguna información o dato? -Preguntó mientras acomodaba algunas carpetas.

- Por un castigo.

Espero no ser la primera, que vaya a la oficina del director y diga que quiere un castigo.

- Interesante, ¿lo quieres? -Pregunto, mientras me sentaba.

- No tengo opción. - Dije lamentándome interiormente.

- ¿Qué hiciste? -Volvió a preguntar.

- Lance el celular de un compañero contra la pared.

- Y-

- Terminó quebrado.

De algún modo me arrepiento, pero no por el chico tonto si no por el celular.

Me lo hubiera quedado yo.

- Si sabes que eso requiere una sanción grave ¿verdad?

Me podrían expulsar del Instituto.

- Si, estoy consciente de eso.

- ¿Cuál es mi castigo?

- Organizarás las carpetas de la Biblioteca, por orden alfabético.

Poco después...

No solamente las tengo ordenar, sino también limpiarlas porque están cubiertas de polvo.

Deje mis cosas (excepto mi celular) en la oficina de la bibliotecaria, quién también es la Srita. Rosy y comencé a limpiar las carpetas.

- No sabía que llegarías a ser tan paciente limpiando y ordenando todo eso. - Dijo, mientras estaba apoyado sobre el marco de la puerta.

- Solamente hoy. - Dije mientras se acercaba, y su rostro luce a la perfección.

- Sé que no eres una mala chica. -Dijo mientras él me acercaba, quedando mi cabeza sobre su pecho y sus brazos sobre mis hombros. Le correspondí el abrazo colocando mis brazos sobre su cintura.

- Me conoces bien. - Dije sin querer separarme de Joshua.

- ¿Quieres que te ayude? - Preguntó.

- No, soy yo quién esta castigada.

- Lo sé, porque por iniciativa propia no lo haría. - Dice en modo burlón.

- No, claro que no. -Contesté.

- Además, estoy en práctica le pedí a Christian que me cubriera.

Él es uno de los integrantes del equipo de Fútbol de nuestro Instituto, y es a las primeras 2 horas de clase que ellos entrenan. Y las recuperan en horas de tarde, mientras nosotras estamos practicando.