57. Durante el cementerio...

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Bajo tus estrellas

Capítulo 57

Charlotte

Náuseas.

Dolor de estómago.

Mis manos están sudando, a pesar de traer media docena de flores puedo sentir como de mis manos se quieren resbalar.

Me está dificultando cada vez más, mantener el equilibrio mientras camino.

Mi mente, razón y sentido común me han abandonado... siempre pasa cuando estoy nerviosa.

¿Nerviosa? Mas de un 50% de mi vida, los nervios me han dominado pero esta vez (en específico) quiero que lo hagan.

Estaba segura de querer venir al cementerio "Cradle Of Angels" que en español significa "Cuna de Ángeles" porque tenía cierta sed de verdad debido a mi curiosidad.

Me detengo bajo la sombra de un árbol, a una distancia prudente veo al vigilante del cementerio sentado a la par de la entrada de este en una silla.

¿Qué tan malo, vas a ver allá?

A la luz del día el cementerio es menos escalofriante que en la oscuridad de la noche.

Increíblemente pensar en eso, me armo de valor para caminar y estar enfrente del vigilante, pero si solo me hubiera quedado ahí in decirle nada hubiera actuado como un espíritu que va de regreso a su tumba.

- Buenas tardes, señor. – Le salude.

- Buenas tardes, señorita. – Dice. Espero en una brevedad de segundos, esperando a que me pregunte algo que me haga hacerle saber que quiero que me guie dentro del laberinto que me espera. Y funciono el quedarme ahí.

- ¿Necesitas algo? – Pregunta, mirándome.

- Si, ¿usted estuvo aquí anoche? – Pregunto directamente.

- Extraña pregunta, señorita.

- Podría contestármela, por favor.

- Esta bien, si estuve anoche pero mi turno está a punto de finalizar.

- Antes que termine, ¿podría hacerme un favor?

Lo extraño de mi petición, fue el doble de la expresión de su rostro.

- ¿Clase de favor?

- Escuche, anoche vino una pareja-

- Vienen la mayoría de veces que yo estoy. ¿Qué con ellos?

- Bueno, me gustaría saber a qué tumba se dirigen.

- Lo siento, no creo poder ayudarte.

Dijo, y comenzó a levantarse de la silla para a su caseta dirigirse.

Dos opciones tenían: entrar y perderme a esperar a ver esas flores, hacer que el vigilante me guie hacia donde yo quiero.

La 2da. es la que más me conviene, por eso antes de venir compre la media docena de flores que en mi mano derecha estan.

Siempre tengo un plan improvisado, pero con algo de lógica.

- Escuche señor, mis padres me han enviado a dejarle estas flores una persona de la que no recuerdo su nombre.

- Llámales y pregúntales, entonces. – Se está poniendo difícil, pero no importa continuare con mi plan.

- Es exactamente lo que no quiero, me regañaran por no prestarle atención 1 minuto de mi vida, sabe creo que el mismo minuto que desperdicie por no prestarles atención a mis padres es el mismo que estoy desperdiciando.

Bajo Tus Estrellas [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora