49. Cuna de Ángeles.

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Bajo tus estrellas

Capítulo 49 

Charlotte

El sentir como mi cuerpo va reaccionando al agua fría de la ducha, es mucho mejor que sentir como una mala espina está afectando el crecimiento de mi rosa.

Es decir, yo soy la rosa que tiene una mala espina que está afectando a mi persona, en todos los sentidos posibles....

¿Por qué?

Una recapitulación de los primeros días de este año no vendrá mal ¿verdad?:

Antes de comenzar clases visite a mis abuelos en la costa de California lo que creí que sería unas lindas vacaciones antes de comenzar la escuela finalizo en una pelea entre mi abuela y mi mama y ahora poco después de dos meses me entero que vienen a visitarme.

El año comenzó bien, pero hasta ahora lo anterior deja de ser una afirmación quedando en mi mente la interrogante: ¿Terminara bien este año?

Un admirador secreto, una relación "privada", todos mis "amigos" ahora son "enemigos", Elizabeth y sus mil ideas, la duda con respecto a mis abuelos, sobrellevar el último año del Instituto y las matemáticas, la universidad, saber qué pasa con Georgina, saber en quienes confiar al no poder confiar en nadie, alejarme de Alex, y de Rodrigo.

Ellos son la viva representación de problemas.

Además, está claro que Emily está enamorada de Alex por lo que querrá que sea de ella, y Alejandra querrá que Rodrigo sea de ella.

No evitare que ellos rompan los corazones de ella... y todas sus "ilusiones".

Y como si fuera lo menos importante lo olvidaba: mis papas.

Bueno, la recapitulación si me vino mal, por lo que voy a la cocina por una taza de café y vuelvo a mi habitación, cierro la puerta y abro mi ventana para dirigirme al techo... como siempre.

¿No es peligroso? Después de hacerlo tantas veces en el pasado, las cosas pierden su efecto.

En mi mente, la interrogante ¿Terminara bien este año? no tiene respuesta...

Pero el ambiente frio-templado, entorno oscuro siendo iluminado por la pálida luz de la luna, el poco calor de mi cuerpo y mi soledad junto con la de mi taza de café es un momento perfecto.

¿Qué acaso me gusta estar sola? No, pero en busca de un poco de paz mental eso es necesario... además, estando sola o acompañada al final del día me quedo conmigo misma.

Y eso ¿se me es suficiente?

La respuesta tendrá que esperar, porque desde el punto del techo en el que me encuentro logro observar a mis padres preparándose para salir.

De nuevo.

Quiero ir a mi habitación y cerrar la ventana, meterme en cama y conciliar el sueño para para no ir atrás de ellos.

Pero es demasiado tarde, soy una persona muy fiel en cuanto a lo que pienso y mis sentimientos.

Si quiero dejar de preocuparme por el motivo por el que ellos actúan extraños, debo seguirlos y es exactamente lo que hare.

Me coloco en una posición en la que creo que no logran observarme y espero.

Una vez veo su auto alejarse, me encamino a la ventana de mi habitación y me quito la pijama.

Me coloco tenis por si tengo que correr, un jeans que es término medio de ajustado para mis piernas, una camisa y sobre ella un suéter negro.

Básicamente, mis prendas y zapatos son tono oscuro porque si voy a salir a estas horas no tengo que llamar la atención.

Tomo mi celular y mis llaves, cierro la ventana y apago las luces de mi habitación.

Una vez fuera de mi casa, tengo claro mi objetivo.

Veo el auto de mis papas detenido frente a un semáforo en luz roja, a dos cuadras.

Hay muchos motivos por los que hago ejercicio y seguir el auto de mis papas no es uno.

Comienzo a correr, y cuando estoy demasiado cerca me detengo y comienzo a caminar a la siguiente cuadra.

Espero a que avancen y sigan con su objetivo así sigo yo con el mío. Ahora, me doy cuenta que las ideas improvisadas no son tan malas.

Es decir, mi idea era avanzar un par de cuadras, mientras ellos se quedan en el semáforo. Una vez que ellos avancen yo llevare la delantera y solo tendré que observar hacia dónde y dirigirme.

Para mi suerte, ellos no van lejos. Después de observarlos hacer esto por tanto tiempo, sé que lo máximo que se tardan en ir y regresar a casa son solo 15 minutos.

Jamás paso de ese rango de tiempo, jamás.

Por lo que el lugar no debe estar lejos.

Podía haber pedido un taxi y seguirlos, pero no pienso gastar mi dinero de esa forma. Y digo mi dinero porque para pagar el taxi saldría de mis ahorros y ellos ya tienen destinatario.

Después de la caminata...

Llevo siguiéndolos 8 minutos y por fin apagan las luces.

La primera en salir es mama y luego papa. Ellos no saben que soy la persona que está leyendo un periódico más grande que mi cara...

Y yo no sé el motivo de su presencia en el cementerio.

Enciendo mi celular y abro Notas y coloco: "En medio de la noche, con orquídeas en brazos mis padres visitan el cementerio Cradle of Angels".

Cuna de Ángeles. 

Guardo la nota, y me preparo para correr de vuelta a casa para llegar antes que ellos.

6 cuadras de regreso, más de 100km en 7 minutos

¿imposible? No conozco esa palabra.

Comienzo a correr, y trato de sentirme aliviada de saber el lugar al que mis padres salen en las noches, pero sigo sin saber motivo el cual era mi objetivo.

Por lo que planeo volver mañana y observar a donde fueron a parar las orquídeas que ellos llevaban este día.

Faltan 3 cuadras y 4 minutos.

Hasta que mis ojos observan algo más que casas, árboles y mis pies moverse asincrónicamente.

¿Algo? Mas bien a alguien, sacando la basura.

No tardo en notar mi presencia. Me detengo y decido dar la vuelta para ir por el otro lado, algo que se me imposible hacer.

- Charlotte -una pausa- ¿podemos hablar un momento?

He llegado a dos conclusiones:

1. Los planes no saldrán como yo lo idealice.

Ni si quiera pensé en esto.

2. Si conozco la palabra imposible.

Bajo Tus Estrellas [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora