43. Washington.

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Bajo tus estrellas

Capítulo 43 

Charlotte

Como pensé antes, y sigo pensando: El vino por un trapeador y yo en busca de Mr. Gato.

- ¿Todo bien? - Preguntó Joshua.

- Mas que perfecto. - Conteste. Y lo pase tratando de pensar a qué clase iba.

- Oye, no hay algo que quieras decirme. - Pregunto, sacando el trapeador y cerrando la puerta de la consejería.

- ¿Hay algo? - Pregunte.

- Si. -mi mirada fija lo hizo cambiar- digo no.

- Entonces no. - Dije, dándome la vuelta dirigiéndome a mi clase de Historia.

Pero necesito saber cuántos amerita para que vuelva a hablar, porque siento que algo le falto por decir.

1

2...

10...

16 pasos...

Deja de contarlos, creí que odiabas hacerlo en matemáticas.

Y lo hago. Pienso.

- Se que ya viste ese video que está fuera de contexto. - Dijo.

Me di la vuelta, y noté que dar 16 pasos no hacía una gran distancia entre nosotros.

Crucé los brazos y dije:

- ¿Cual video? - Pregunte, porque no quiero hacer una bola de nieve por...

Ni si quiera vi el nombre de usuario que subió ese video.

Te queda de tarea. Grita mi interior.

- Tu nombre de usuario aparece en la lista de reproducción. - Dice.

- Bien, si lo vi. Pero, ¿Cuál es entonces? Porque yo pensé que muchas chicas coquetean contigo y tú lo permites y hasta talvez te gusta que lo hagan. - Dije.

- Viéndolo de ese modo, suena muy malo. Pero no me arrepiento de eso. -Dijo.

- Que bueno. Supongo que ese lado jamás lo conoceré de ti. - Dije sin darme la vuelta.

- ¿Sabes porque no me arrepiento? Porque ahora sé que no estás jugando conmigo o aprovechándose de mí, sé que tuviste celos de ese video.

Se detuvo frente a mí.

- Y eso fue una prueba más, que aunque esté con otras chicas, de ti no me alejaría y mucho menos jugaría contigo.

- ¿Terminaste? - No es por ser mala, pero me considero una persona fuerte, pero no lo suficiente como para caer sobre sus brazos o a sus pies.

Quiero decir, realmente tengo la seguridad que no está mintiendo porque ambos tenemos esa debilidad de mentir cuando estamos viendo a los ojos de la otra persona.

- Supongo que sí. Necesitaba encontrarte y decirte. Dime tus preguntas si tienes.

- En serio detesto lo lindo que puedes llegar a ser. - Una sensación desconocida me invadió, como en pleno silencio él se quedaba mirando fijamente mientras la distancia era más corta...

Cada vez más corta...

Su respiración se vuelve constante y la mía también y por fin reaccionó... estoy a punto de dar mi primer beso.

Bajo Tus Estrellas [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora