89. "A.S.M".

29 7 276
                                    

Bajo tus estrellas ★

★ Capítulo 89 ★

CHARLOTTE

«El que nada debe...nada teme».

Eso es lo que mis abuelos y padres siempre me han inculcado antes de que la verdad de mis mentiras salga a la luz.

Sin embargo, después de salir del clima fresco y relajado que tenía estando en la terraza me ví obligada a dirigirme a la sala de estar. Específicamente, al despacho.

No sé qué es lo que me espera, y por ende tampoco tengo alguna expectativa al respecto...pero el rostro de Carlota, la cocinera, contraído en una preocupación innegable vuelve a mi mente y con cada paso que doy me estoy acercando más al despacho.

Estoy consciente que después de entrar no hay manera que vuelva a ser la misma. Y aunque la haya, no sería igual.

—¿Crees...—la voz de Joshua provoca que mis pensamientos pasen al fondo de mi cabeza, pero no los detiene—...¿Crees que sean tus padres los que te estén esperando?

Moví la cabeza en negación, —Si ellos hubieran venido a buscarme, hubieran preguntado donde estaba e ir personalmente por mí —dejé de seguir caminando y me giré—. Ellos jamás pierden la oportunidad para dejar en claro que solo soy un humano más que debe seguir sus reglas. Además de ser su hija, claro.

Mi tono había salido con cierta frialdad, pero esa era mi manera de llamar y contener mi seriedad dentro de mi cabeza.

Al menos cuando estaba nerviosa, como ahora.

Seguí con mi camino, recorriendo los pasillos iluminados por los enormes ventanales de la hacienda.

Después de salir del despacho, podré ir a disfrutar alguna taza de café mientras observo el atardecer y alejo de mi cabeza pensamientos con los que desgasto mi potencial.

Sí, también puedo llegar a pensar de esa manera: ilusa.

—Aún así creo que no deberías entrar sola. En caso que no sean tus padres quienes te están esperando —el tono de preocupación del chico que camina detrás de mí no me sorprendió a tan altos grados...pero sí me hizo sentir bien conmigo misma.

Bien, de saber que puedo recurrir a alguien cuando lo necesité.

Esta vez me detuve y volví a verlo. Lo anaranjado-amarillo de la poca luz solar que va quedando, traspasa los ventanales de vidrio y los refleja sobre su cabello ligeramente desordenado.

Aún cuando él no lo sabe y tampoco se da cuenta...él es la definición de belleza en la Tierra. Y no niego lo fuerte que me siento atraída.

—Estaré bien —dije antes de seguir viendo -como una desesperada admirando también-, sus perfecciones—. Tal vez sea algún extraño que se esté confundiendo...o alguien que simplemente busca a mis abuelos.

A quienes no veo desde que me fui de la terraza para asesorarme que Alex y Elizabeth sí se habían ido...y después de que la abuela me dejará a solas con Joshua en la terraza.

Ignoré lo anterior, antes que mi rara cabeza comience a hacer teorías conspirativas sin importancia y relevancia con respecto a la realidad.

Una vez llegué al despacho, me paré en la entrada. Ojalá pudiera admirar las puertas de este de manera atenta...sí me detuve fue porqué no se a que lado de mi cabeza deba hacerle caso.

Una parte me dice que no entre y espere a mis abuelos, ya que después de todo es a ellos quién le pertenece la hacienda. La otra parte, me dice que entre y que este inexplicable temor desaparezca de una vez por todas.

Bajo Tus Estrellas [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora