32. Mi tutor.

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Bajo tus estrellas

Capítulo 32 

Joshua

Confío en ella plenamente hasta el grado de saber cuándo es en verdad ella.

No como en esa foto.

Su aroma a vainilla y a coco, es perfecto.

- Sabía que estaban juntos.

Oh vamos.

- ¿Qué haces aquí, viejo? -Le dije a Christian.

- El entrenador preguntó por ti, le dije que tienes problemas en el baño.

- Eres muy creativo con las mentiras Christian.

- La srita. Rosy te estaba buscando Charlotte. - Le dijo Christian a Charlotte.

- Bueno, ya me voy. - Me dirigió una mirada diciéndome: "Ven aquí"

Yo la obedecí.

- ¿Le dijiste? - Preguntó.

- No, el tipo es muy bueno sabiendo cuando miento.

- ¿Me lo prometes?

- Si, nena. - Dio la vuelta, pero la tome del brazo atrayéndola a mí. Le di un abrazo el cual ella correspondió.

Volví con Christian, quién estaba sentado frente a la computadora donde estaba con Charlotte y cuando notó mi presencia solo dijo:

- Debes quererla mucho para pasar pensando y haciendo todo esto anoche.

Fue anoche cuando decidí usar mi cerebro e intentar a averiguar que no era ella, porque enserio odio que ella tenga que pasar por todo esto. Así que, para no pensar que estaba loco le hable a Christian en la madrugada para decirle todo esto y él contesto enojado pero después dijo que tenía sentido.

Necesitaba una segunda opinión.

¿A las 2 a.m.?

Sí.

- Tú me conoces -me senté junto a él- en verdad la quiero mucho.

- Yo lo sé viejo, soy tu amigo desde que tengo 10 años.

Tenemos una vieja amistad.

- Y tú ¿cómo supiste lo nuestro? -Pregunté.

- Eres muy malo fingiendo, vi cómo saliste de la práctica cuando te llegó el video de ella dándole una lección al idiota que se lo hizo. Literalmente saliste corriendo de la clase solo por ella.

- Si, pero valió la pena. -Dije sonriendo.

- Créeme que sí. Cuando el entrenador preguntó le dije que tenías problemas de baño.

No pude evitar reírme pero no muy fuerte porque seguía en la biblioteca.

Poco después de salir de la biblioteca ya era receso, y me encontré con Emily en el pasillo.

- ¿Has visto a Charlotte? -Pregunto Emily preocupada.

- Biblioteca. - Contesté.

Ella se fue y me alegro mucho que Emily sea amiga de nosotros, ella en verdad es una gran amiga y sé que es lo que necesita Charlotte.

Charlotte

Aun cuando todo es un caos, puedo sentir como la presencia de Joshua vino a mí el sentirme valorada en el momento indicado de mi adolescencia.

Cuando vía de lejos a la srita. Rosy recordé que no ordene las carpetas.

¿Qué puedo decir...? Soy muy distraída.

- La felicitó srita. Miller, me encanta su manera de organización de las carpetas.

Sonreí, haciéndole ver que el mérito de esa increíble organización era yo.

Odio mentir.

No la verdad no lo haces, te gusta hacerlo cuando de verdad es necesario. Contestó mi subconsciente quien estaba muy silencioso todo este tiempo atrás.

- Gracias srita. Rosy.

- Puede ir a receso, y puede volver con su horario normal de clases después.

Tomé mis cosas y salí de la biblioteca adentrándome en el pasillo donde la mayoría estaban saliendo de clases y podía sentir todas las miradas sobre mi...

Mi nombre es el nombre de los ecos en los pasillos...

Soy el motivo de risa de muchas personas...

Eso significa que tendré que soportar todo este nuevo drama en el Instituto, cada día.

Ahora tengo motivo para odiar los lunes.

Vaya manera de empezar la semana y año escolar.

- Emily. -Interrumpió mis pensamientos al estar frente a mí. -Hola.

No solamente tenía a Joshua sino también tenía a una amiga, una verdadera amiga.

- No te preguntare como has estado, solo te diré que tú eres fuerte chica. -Dijo con entusiasmo.

Aún veo a personas que siguen riendo, probablemente se están burlando de ella por estar conmigo. Pero ella decide estar conmigo y eso es muy importante para mí.

- Gracias, Emily. -Contesté.

- Por cierto, no es por amargarte el día aunque igual lo hare pero-

- Hazlo, no creo que haya nada malo.

- El profesor de Matemáticas quiere verte, te estaba buscando porque él me lo pidió.

- Después de castigarme ¿quiere verme? -Pregunté riendo amargamente.

- Te acompañaré y te esperaré afuera, no me vaya a considerar metiche. -Sonrió.

Antes de comer, fui a ver al Profesor de Matemáticas quien estaba sentado en la silla revisando un par de papeles.

Toque la puerta y el grito "Está abierto" y pase a la cueva del señor enojón.

- ¿Me quería ver, profesor?

- Si no ya te hubiera dicho que te retirarás ¿no crees? Siéntese señorita.

Obedecí, ignorando su mal humor.

- Seré directo, estos años atrás desde el séptimo curso tú tienes problemas para entender la manera en cómo yo explicó el contenido por lo que decidí asignarle un tutor para que le entiendas.

- Puedo esforzarme más, no -Especté.

- Hasta estos puntos no se trata de esforzarte, porque tú lo hacías en las actividades de puntos extras no en las evaluaciones. Y el joven te ayudará, yo lo sé. Si no veo ningún avance entonces te daré una última oportunidad, pero si lo veo él será tu tutor.

Él sabía que iba a decir un pero y mi razón pero él se adelantó:

- No es si usted quiere, es así como funcionaran las cosas de hoy en adelante.

Y ahí estaba, la persona con la que iba a pasar estudiando horas matemáticas después de clases, la persona de la que no creí que llegaría a ser mi tutor.

Ni siquiera creí que iba a tener un tutor.

Mi tutor tenía que ser exactamente él.

Bajo Tus Estrellas [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora