𝕷𝖔𝖛𝖊 𝖒𝖊 {𝕸𝖎𝖓𝖘𝖚𝖓𝖌}

Capitulo 11

—Dijo que no vendrá –Comentó con un tono triste el mayor hacia los demás con la llamada en curso.

—Pásale la llamada a Minho –Sugirió Changbin, a lo que antes de protestar Minho ya se encontraba saludando a aquel pelinegro.

—Por favor Sam, debes venir –Dijo con súplica en la voz, para después colocar la llamada en altavoz para que todos oyeran la respuesta.

—Minho, también te extrañé cariño –El susodicho frunció el seño por la manera en que lo llamó– pero enserio estoy muy cansado ¿Tan grave es lo que tiene Jinnie?.

—Quedó en coma etílico, por favor Sam, ven –Comentó ahora Jisung como si conociera a aquel chico.

—¿Quién es el que habla Minmin? –Replicó receloso. Jisung de la nada empezó a carcajearse a lo que llamó la atención de todos los presentes y también del chico que oía todo a través del dispositivo. —¿De qué te ríes?.

—Nada, ven ahora Sam, deja de hacerte del rogar, espero que llegues aquí en 10 minutos. –El castaño colgó antes de que el pelinegro pudiera dar protesta alguna. Giró en dirección al chico de mejillas regordetas. —¿Porqué ríes?

—Llamó a Minho hyung como si fuera un perro. –El susodicho lo miró expectante porque jamás había oído que un perro se llamara Minmin. – Bueno, al menos el mío se llama así –Terminó de decir una vez que su risa cesó. Minho lo observó con una sonrisa egocéntrica.

—Así que… le pusiste Minmin a tu perro por mí –Afirmó acercándose al peliazul sin importarle causar una escena. Jisung negó efusivamente y lo detuvo poniendo sus manos en el pecho del contrario, a lo que rápidamente se tensó al sentir bajo sus manos, los bien trabajados pectorales del mayor. —Jisung, deja de poner esa mirada, porque siento que me pides a gritos silenciosos que te bese. –Comentó para tomar ambas manos del menor y posicionarlos sobre su hombro, con intención de tomarlo de la cintura y acordar la distancia de una vez, pero el carraspeo de alguien lo detuvo.

—Tenemos a uno de nosotros en coma por borracho y ustedes andan de calenturientos –Comentó Jeongin causando la risa de los otros y provocándole un gran sonrojo al peliazul, el cuál se había apartado rápidamente del mayor.

—Primero que nada, envidioso –Dijo “maduramente” el castaño mientras tomaba la cintura de Jisung y le sacaba la lengua. —Y segundo yo puedo hacer esto cuando quiera –Soltó para después darle un fugaz beso al peliazul quien quedó perplejo ante el acto, con los ojos exaltado y los labios formando una perfecta “O”. Para segundos después ser soltado bruscamente por el castaño al recibir un manotazo de parte del pecoso.

—A mi niño no te le acercas Minhot –Lo reprendió con una mano en la cintura de Jisung, ahora siendo él quien lo sujetaba.

—Mamá gallina haciendo acto de presencia –Menciona el mayor para volver a sentarse– Igual ya lo besé dos veces y debesada no hay.

—Que bueno que lo sepas porque yo también lo besé –Replicó sacándole la lengua, a lo que Minho volvió a levantarse rápidamente con el seño fruncido, tomando de la cintura a Jisung alejándolo rápidamente de Felix. —Posesivo de mierda.–murmuró por lo bajo el pelirrojo.

—Suéltame hyung, yo también tengo criterio propio y no soy una competencia de ver quién me besa más.

Antes de que Minho le respondiera algo más, la mirada del peliazul se centro en la puerta del hospital, ahí estaba entrando como siempre llamando toda la atención aquel pelinegro. Era una copia exacta del rubio, solo con la diferencia de que esté no poseía un lunar bajo el ojo, y claramente la actitud. Hyunjin era una de las personas más sensibles, amables y divertidas que podías conocer, en cambio con el pelinegro era como si se tratara con un adulto más, siempre tan correcto, pulcro y más que nada arrogante, era evidente que sabía la gran belleza que poseía, aunque también por el hecho de ser el mejor bailarín de la universidad.